En Semana Santa los venezolanos de todo el mundo compartieron las imágenes del Monumento al Santísimo Sacramento en honor a los emigrantes del país; el Jueves Santo, la Catedral Nuestra Señora de la Asunción, en la Urbanización San Jacinto de Maracay, se representó el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.
El párroco de la iglesia, Georges Moussali, en exclusiva para Paréntesis afirmó que la intención fue que los venezolanos en el exterior se sintieran recordados, y hacer énfasis en que cada uno se llevó un pedazo del país y de Jesús en sus corazones.
Durante la visita a los siete templos, los feligreses dejaban trozos de papel o cartulina con los nombres de sus familiares, que han sido parte del éxodo masivo de los últimos años, además agregaban el país de emigración, con la intención de pedir al Santísimo que velara por ellos. Se contabilizó más de tres mil nombres.
En el techo de la iglesia se proyectaron aviones, de fondo se escuchó la voz que acompaña al Aeropuerto de Maiquetía, anunciando que los pasajeros ya podían abordar sus vuelos a distintos países; en el piso se reflejó el famoso arte de Cruz Diez «Cromointerferencia de color aditivo».
El sacerdote lamentó que se politizara la intención, ya que Jesús no distingue colores y cualquiera puede acercarse a Él. Además, fue un momento para adorar totalmente al Santísimo Sacramento, quien es el protagonista de este día de oración y reflexión.
Mousseli agradeció a las más de 40 personas de Oba Iluminaciones, DBodas Tematicas, Intelligent Sound, Johan Decoraciones que colaboraron con el Monumento al Santísimo, así como también a los miembros de la Catedral, quienes año a año prestan su ayuda para dar el mejor homenaje a Jesús, que dio su vida por el mundo.
De igual modo, se sintió feliz que esta Semana Santa fuera de inclusión, tomando como ejemplo al Obispo de Perú (quien lavó los pies a inmigrantes venezolanos) y al papa Francisco (quien hizo el lavatorio de pies en una cárcel romana).
