Los fallecidos por COVID-19 en el mundo desde el inicio de la pandemia ascienden a 157 mil 970, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmara, este lunes, seis mil 509 nuevas muertes, un centenar más que en la víspera.
El organismo con sede en Ginebra también registró unos 82 mil nuevos contagios en el planeta, que elevan el total a 2,34 millones de casos.
En ambos casos, tanto de nuevos fallecidos como de nuevos enfermos confirmados, se observa un ligero aumento con respecto a la jornada anterior.
A poco más de tres meses de confirmarse el primer caso fuera de China (13 de enero), el número de afectados aumenta de forma importante y la OMS ha revelado que los resultados iniciales de los estudios serológicos que se realizan en diversos países indican -a través de la presencia de anticuerpos- que solo una pequeña parte de la población ha estado en contacto con el virus.
Esto implica que la mayor parte de gente en los países todavía puede contraer la enfermedad y que no se está generando lo que se conoce como «inmunidad de rebaño», o colectiva, como algunos expertos esperaban.
Por regiones, Europa es la más afectada con dos millones de casos, seguida de América con 858 mil, y el Viejo Continente podría hoy superar la barrera de los 100 mil muertos.