El experto financiero venezolano Martín Lustgarten. (Foto Cortesía)

Hace unos años, el experto financiero venezolano Martín Lustgarten se encontraba en una prisión federal acusado de lavar millones de dólares de narcotraficantes latinoamericanos y enfrentaba el riesgo de pasar el resto de su vida tras las rejas.

Pero Lustgarten hoy es un hombre libre y vive en un lujoso apartamento con vista a la Bahía de Biscayne, gracias a que los fiscales federales de Boston manejaron su caso tan mal que al final el Departamento de Justicia no tuvo más alternativa que abandonarlo.

Lustgarten continúa disfrutando de la fortuna que acumuló como operador del mercado cambiario y financiero para algunos de los cleptócratas venezolanos que actualmente son investigados en Estados Unidos bajo sospecha de robar miles de millones de dólares de fondos venezolanos que luego aparecieron en cuentas bancarias de Suiza, Hong Kong, Panamá y Miami.

Y en vez de ser el blanco de una investigación, Lustgarten está ayudando tras bastidores a los fiscales federales a armar los casos contra sus antiguos clientes.

Después de admitir haber violado los términos de su visa a finales del 2015, Lustgarten ha estado asistiendo a los fiscales de Miami en las investigaciones sobre un gran tinglado de lavado de dinero operado por un exbanquero suizo, empresarios y funcionarios del régimen de Nicolás Maduro.

Esos esfuerzos de cooperación llevaron a Lustgarten a guiar a los fiscales en la dirección correcta y a entregar a los investigadores de Estados Unidos un disco duro que había obtenido del exbanquero suizo de nacionalidad francesa Charles De Beaumont, quien se había asociado con el venezolano después de que se fue de su banco, Compagnie Bancaire Helvetique, a finales del 2012, dijeron varias fuentes familiarizadas con sus servicios.

Martin Lustgarten

El disco duro contiene documentos que detallan los negocios del banquero suizo con el empresario chavista Raúl Gorrín, así como con los hermanos Luis e Ignacio Oberto, quienes son investigados en Estados Unidos bajo sospecha de formar parte de la denominada boliburguesía, término utilizado en Venezuela para describir a empresarios asociados a altos funcionarios del régimen de Caracas en grandes operaciones de corrupción.

Las investigaciones en Estados Unidos apuntan a que Lustgarten movía enromes cantidades de dinero de sus clientes venezolanos.

Múltiples “reportes de actividades sospechosas” (SAR por sus siglas en inglés) introducidos ante el Departamento del Tesoro por HSBC Bank USA, reportaron que numerosas compañías pertenecientes a Lustgarten transmitieron o recibieron al menos $402 millones entre el 2010 y el 2016. Otro SAR presentado por el Standard Chartered Bank, reveló que las empresas de Lustgarten, y sus filiales, realizaron al menos $346 millones en transacciones con clientes internacionales, incluso en Miami, entre el 2007 y el 2015.

Los montos, reportados por solo dos de los bancos con los que Lustgarten realizó transacciones, son sorprendentes. Combinados, representan siete veces los $100 millones que fue acusado de lavar a través de cuentas bancarias estadounidenses para los carteles de la droga colombianos y mexicanos en el caso de lavado de dinero que fue presentado originalmente en su contra por los fiscales federales de Boston.

El caso de lavado de fondos del narcotráfico fue eventualmente transferido a Miami, donde tuvo lugar la mayor parte del presunto lavado, pero fue desestimado al final porque los fiscales de Boston no pudieron obtener un lote de pruebas cruciales del banco suizo de manera oportuna para ir a juicio.

ENTRAN LOS SAR

La avaricia y la manera en que Lustgarten traicionó a sus clientes quedaron plasmadas en una filtración masiva de SAR que colocó en manos de cientos de periodistas más de 2,000 reportes elaborados por funcionarios bancarios después de que detectaron transacciones irregulares o sospechosas de esconder operaciones de lavado.

Los documentos confidenciales filtrados, que son el equivalente financiero de informes de inteligencia no confirmados, fueron obtenidos inicialmente por el portal de noticias Buzzfeed y luego compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en ingles).

El consorcio luego armó un equipo mundial de organizaciones de noticias para analizar los informes que incluyó en Estados Unidos al Miami Herald, el Nuevo Herald y a la compañía matriz de ambos periódicos, McClatchy.

Las historias elaboradas en base a los documentos están siendo publicadas como parte de una serie llamada Los Archivos del FinCen, abreviación utilizada en referencia de la Red Contra Delitos Financieros del Departamento del Tesoro.

La investigación periodística demuestra que cuatro años después de la publicación de los Papeles de Panamá —serie que demostró cómo el dinero sucio es trasladado de un punto a otro a través de compañías de maletín, también conocidas como compañías fantasmas— las operaciones de este tipo de lavado de dinero continúan en auge y que Miami sigue siendo uno de sus ejes más importantes, especialmente en lo que concierne el dinero venezolano.

Comodidad para el régimen e hiperinflación

En el caso venezolano, este tipo de operaciones ha estado facilitando a los carteles de la droga y a los cleptócratas del régimen un cómodo instrumento para lavar sus fortunas, haciendo uso primero de las compañías de maletín y luego de bancos y otros legítimos integrantes del sistema financiero internacional, señalan las autoridades estadounidenses.

El sistema también ha conducido a la pérdida de miles de millones de las arcas del estado, creando las condiciones de la actual pesadilla hiperinflacionaria, de hambruna y violencia que ha empujado a millones de venezolanos a buscar refugio en otras naciones.

Lustgarten, considerado como un mago de las finanzas por sus amigos y por sus enemigos, ganó millones de dólares al ejecutar múltiples operaciones financieras que hoy aparecen descritas en los informes bancarios como actividades sospechosas de lavado. Varios de esos informes introducidos ante el Departamento del Tesoro fueron analizados por el Nuevo Herald y Miami Herald.

Y fueron sus conocimientos sobre los íntimos detalles sobre esas operaciones los que le permitieron congraciarse con las fiscalías federales, incluso cuando previamente había sido descartado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) como informante confidencial tras generar la sensación de que a veces mentía.

CONFESIONES POR EMAIL

Su especialidad era la recolección de dólares provenientes de distintas fuentes mundiales para luego transferirlos a través de compañías de maletín a todo tipo de clientes, incluyendo a empresarios legítimos que necesitaban adquirir monedas duras para seguir operando en Venezuela bajo el estricto control cambiario impuesto inicialmente por el fallecido presidente Hugo Chávez y mantenido después por su sucesor, el gobernante Nicolás Maduro.

En una reveladora conversación realizada a través de correos electrónicos, Lustgarten le comentaba a De Beaumont que sus conocimientos eran apreciados por las autoridades de Estados Unidos, con quienes él ya había estado conversando.

“No (muchas) personas pueden hacer lo que yo hago o saben cómo lo hago”, Lustgarten le dijo a De Beaumont en abril del 2014, un año antes de ser arrestado bajo cargos de lavado de dinero vinculados con operaciones del narcotráfico.

“Y disfruto de un alto nivel de protección porque yo ya he entregado un par de narcotraficantes y un tipo (…) operando con Irán”, agregó Lustgarten antes de explicar que brindó información a las autoridades sobre los narcotraficantes “porque no tuve más alternativa” y sobre “el tipo de Irán solo por diversión”.

La última línea de ese mensaje sorprendió a De Beaumont: “entregar gente solo por diversión. ¿Te das cuenta de lo que escribiste por un segundo?”, escribió.

“Te dije en febrero que ellos me preguntaron sobre los Obertos y sobre Gorrín. Y he mantenido mi boca cerrada”, respondió Lustgarten. “Y la última vez te dije que no me provoca seguir protegiendo más a los Obertos. ¿Qué tiene eso que ver contigo”.

En un momento dado en la conversación, De Beaumont instó a Lustgarten que dejara de hablar con las autoridades. “Realmente creo, como un AMIGO, que deberías dejar de hablar con esa gente, Martín”.

Lustgarten respondió que apreciaba el consejo amistoso, pero insistió en que no tenía más alternativa. “A veces uno se encuentra entre la espada y la pared (…) Cuando entablé una relación con ellos, habían congelado todo nuestro dinero y solo estaban dispuesto a soltarlo a cambio de información de un cliente que … estaba lavando a través de nuestras cuentas … Cada tres meses ellos se reúnen conmigo y me dan una lista de gente que ellos consideran de interés. Tengo que mantenerme alerta”.

CONTINÚAN LAS DELACIONES

Lustgarten terminó traicionando a los hermanos Oberto y a Gorrín, después de su arresto en abril del 2015, en un intento por recuperar su libertad y los millones de dólares que las autoridades federales habían congelado en sus cuentas bancarias en Estados Unidos y Suiza, según muestran los registros de la corte federal.

Gorrín fue finalmente acusado en el 2018 de cargos de corrupción y lavado de dinero derivado de los cientos de millones de dólares que los fiscales dicen pagó en sobornos al ex Tesorero Nacional de Venezuela Alejandro Andrade, quien se declaró culpable en el sur de Florida y está cumpliendo una sentencia de 10 años.

Las autoridades congelaron todos los activos estadounidenses de Gorrín, incluyendo 24 propiedades de lujo en Miami y Nueva York. Su abogado, Howard Srebnick, no respondió a una solicitud de comentarios.

De Beaumont, quien trabajó para el banco CBH en Suiza y luego como corredor de bolsa independiente, no ha sido acusado. Su abogado, George Yoss, tampoco respondió a una solicitud de comentarios.

Después de vivir en condominios frente al mar en Miami Beach durante los últimos tres años, Luis e Ignacio Oberto obtuvieron sus pasaportes venezolanos de las autoridades estadounidenses en julio para visitar la República Dominicana y posiblemente otros países.

Aún se encuentran bajo investigación y no se espera que los hermanos regresen al sur de la Florida, dijeron las fuentes que cuestionaron el que las autoridades federales no hayan intentado persuadir a los hermanos para que se quedaran en Estados Unidos.

Cuando se le preguntó por qué las autoridades devolvieron los pasaportes de los hermanos, la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Miami se negó a formular comentarios.

Los abogados de los hermanos, Ed Shohat y David O. Markus, emitieron un comunicado fustigando al Miami Herald y el Nuevo Herald, acusando a los dos periódicos de participar en “un esfuerzo sostenido para presentarlos como personas poco éticas involucradas en actividades criminales, torciendo y estirando la verdad y los hechos de una manera totalmente infundada”.

Los abogados agregaron: “Los Oberto no han sido acusados de nada y no están cooperando con las autoridades estadounidenses”.

OTRAS PIEZAS DEL ROMPECABEZAS

Según los informes de actividades sospechosas presentados por HSBC Bank USA al Departamento del Tesoro, las empresas de Lustgarten realizaron transacciones internacionales por cientos de millones de dólares con clientes comerciales, incluidas varias con empresas panameñas propiedad de Gorrín y de los hermanos Oberto.

Los informes de HSBC fueron enviados al FinCEN, la oficina del Tesoro que examina las transacciones en un esfuerzo por combatir el lavado de dinero, el financiamiento al terrorismo y otros delitos nacionales e internacionales.

Leer información completa en El Nuevo Herald

 




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