Discípulo de Carlos Cruz Diaz, Jesús Soto, Oswaldo Subero y del escultor Julio César Briceño, José Gregorio Martínez es un artista plástico reconocido a nivel nacional e internacional.

Luego, de su gira de exposiciones del arte cinético, por Lima, Perú, este escultor caraqueño, ganador del premio UNESCO “Simón Rodríguez” y Salón de la Marina, Base Naval Agustín Armario, en los próximos días llevará su arte por Brasil y Estados Unidos.

Producir la impresión de movimiento en obras de arte, es el objetivo de José Gregorio Martínez; un artista cinético que inspirado por el magnífico trabajo de maestros como Carlos Cruz Diez, Jesús Soto y Oswaldo Subero; ha desarrollado desde hace tres años la estética del movimiento para desenvolverse como un virtuoso del cinetismo; hecho que le ha resultado una experiencia sumamente satisfactoria luego de haber dedicado gran parte de su trayectoria artística a la obra constructivista.

El artista oriundo de Caracas, admitió que el producir  repetidamente efectos de volúmenes virtuales con el arte constructivista que realizaba en el pasado; lo llevó a reflexionar acerca de sus piezas. En ese preciso instante, descubre la necesidad interna de renovarse como experto de la plástica y decide estudiar el estupendo trabajo cinético de otros artistas; detallando el tratado del color, de la línea y de los planos en el espacio formato. “Decidí estudiar la obra del maestro Cruz Diez, Soto y Subero y logré definir el por qué yo podía hacer arte cinético y cómo iba a diferenciarme de ellos. Entonces encontré que a diferencia de esos grandes del cinetismo, yo podía trabajar con la valorización de la línea, la gradación de la luz y la diversidad de planos”, expresó Martínez.

Estudios formales

Estudió Artes Gráficas en la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas, de la ciudad de Caracas. Durante ese periodo conoció a distintos mentores; que hoy en día son en gran parte responsables de la disciplina que practica el artista en su taller; y de esas técnicas claves que son distintivas de la pintura y el dibujo de José Gregorio Martínez. El amor por el arte siempre ha sido una fortaleza en la vida del artista; tanto, que mientras prestaba el servicio militar realizaba estudios artísticos de forma paralela.

“Yo comienzo a hacer arte desde muy pequeño. Mi padre me llevaba a las galerías y mi madre me llevaba al cine; y creo que esos efectos que podía ver en la pantalla grande y los trabajos extremadamente figurativos de los pintores venezolanos; influyeron bastante en mi mente”, dijo el artista sobre su innegable pasión por la plástica.

Amistades enriquecedoras

Algo muy valorado por este experto del arte, son las relaciones que logró forjar durante su carrera profesional; eso se percibe cuando relata con un potente entusiasmo cómo conoció a la periodista y promotora del arte venezolano Sofía Ímber; con la que tuvo la fortuna de trabajar personalmente en el ámbito de conservación y embalaje de las obras de arte. Esta valiosa relación, lo lleva a hacer amistades con el artista Jesús Soto por asuntos laborales; una experiencia que quedó muy marcada en la vida de Martínez.

Con la misma emoción se expresa el artista al hablar de Carlos Cruz Diez; con el que trabajó durante tres años como Coordinador de la Muestra Itinerante de la obra titulada: Dialéctica y Didáctica del Color del artista Carlos Cruz Diez. “Es un hombre muy sensible; espléndido y lleno de color”; manifestó Martínez refiriéndose al gran maestro.

Posteriormente, Oswaldo Subero llega a la vida del artista para enseñarle que en el arte no hay que tener miedo; y que es imprescindible que la pieza produzca un efecto positivo y  no nocivo en el espectador; entendiendo que las personas que compran arte adquieren una extensión del artista que inevitablemente le va a producir cambios emocionales.

Arte en sociedad

Este talentoso del cinetismo, se desenvuelve artísticamente entre Caracas y Valencia, dos ciudades, según afirma; que lo han tratado muy bien en el mundo de las artes porque la gente ha sentido una inevitable atracción por sus piezas; “mi primera obra de gran formato la compraron en Valencia, se llama alegría cinética. Aunque tardé seis meses en realizarla, fue una experiencia única”.

Para Martínez, el arte significa la inmortalidad del hombre en la sociedad; por lo que ésta última debe ser educada y preparada para entender el arte en todas sus presentaciones. También asegura; que es necesario masificar la industria para que no pertenezca a un grupo selecto y así producir un encuentro entre lo elitesco y lo sencillo que prescinda de diferencias; “el arte es capaz de denunciar cualquier cosa del artista y de la sociedad, por eso es tan valiosa”, manifestó.

Dos maneras de hacer arte

El arte con la razón y el arte con la emoción, son las dos maneras de hacer arte según José Gregorio Martínez. La primera se basa en la técnica y la segunda en la creatividad casi siempre influida por eso que se llama inspiración; y gracias a que este artista cinético es un creativo nato con habilidades impecables, si de técnicas se trata; puede combinar la razón y la emoción para obtener resultados magníficos;  y eso se puede ver de primera impresión en sus piezas que son realizadas con extrema minuciosidad; a través de un proceso que requiere de gran concentración.

Las preguntas claves:

1-¿Por qué haces Arte?

-Para aferrarme a la vida y mejorar el estado de conciencia de la humanidad.

2- ¿Por qué el Arte Cinético?

-Porque me identifico totalmente con la razón y emoción,  que hay en ese tipo de arte, después de estudiar la obra cinética de Soto y Cruz Diez he descubierto que hay más por investigar en el movimiento cinético.

3.- ¿En que se relaciona tu trabajo cinético con relación a Cruz Diez y Soto?

Yo trabajo la gradación del color; busco lo cinético en la profundidad. Encuentro la dimensión y movimiento del color en el plano formato.

4- ¿Qué proyectos tienes?

-Trabajar muy duro, le debo mucho a mi asistente  Fiorella Palomo, es un trabajar diario. He recibido además la invitación del Maestro Rafael Martínez a realizar una exposición con el quien es premio Arturo Michelena, lo cual es un honor y una responsabilidad.

  1. ¿Un mensaje a los jóvenes artistas? Que estudien, que investiguen y sean honestos con su pensamiento creativo, las vicisitudes se superan. Ningún artista se hace solo, la influencia  es buena y mejor, es apartarse elegantemente de esa influencia, respetar a los maestros seres sensibles al Arte.

El proceso creador

 “Lo primero que hago cuando empiezo una pieza es hacer el boceto; voy trazando en papel y al mismo tiempo voy imaginando en tercera dimensión lo que voy a hacer. En segundo lugar, busco la madera donde voy a trabajar; la lijo, aplico protector y forro con una tela que posteriormente pinto de blanco. Una vez que esté seca la pintura; comienzo a trazar el diseño pero esta vez sobre la tela; y hago el estudio del color.  Posteriormente; separo con tirro cada línea para poder aplicar la pintura sin que se traslade a los demás espacios que llevan un tono distinto; aplico barniz y repito el proceso de separación para pintar las líneas que quedaron en blanco”; explicó el artista sobre los pasos que debe seguir para realizar una pieza.

Resalta que aunque el resultado de la pieza debería ser lo que se había pensado en un principio; es posible que sufra mutaciones por razón y emoción. Sin embargo; estos hechos no deben nublar el objetivo de toda obra de arte: lograr que el espectador se detenga. Y es esto; lo que consigue constantemente este artista plástico con sus estupendas perspectivas cinéticas.

 

 

Con nota de prensa




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