Los efectos del tabaco son múltiples y muy dañinos. Más de 60 variedades de sustancias que lo componen producen daños generalizados en el organismo, lo cual lo convierte en el principal factor de riesgo de cáncer de pulmón y el responsable de muchas otras enfermedades.

El neumonólogo Rafael Fernández, durante una charla en vísperas del Día Mundial contra el Tabaco, hizo una revisión sistematizada de las enfermedades relacionadas con este dañino hábito, tanto las que afectan al aparato respiratorio como las que generan enfermedades en otros órganos y sistemas, como: el cardiovascular, neurológico y otorrinolaringológico, entre otros.

A nivel pulmonar, la nicotina es la responsable de la destrucción del tejido que existe en la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), y de los daños a nivel celular que condicionan la aparición de cáncer de pulmón. También aumenta el riesgo de padecer otras formas de cáncer, como de esófago, páncreas, riñón y vejiga.

También, “genera daño de los vasos sanguíneos, ocasionando un aumento en el riesgo de enfermedad cardíaca coronaria, accidente cerebrovascular e hipertensión, y eleva la posibilidad de neumonía en pacientes fumadores”, señaló.

Aseveró que las personas fumadoras tienen al menos 11 veces más posibilidades de presentar cáncer de pulmón, y que el 90% de los pacientes con esta patología son o fueron fumadores.

Con respecto a los fumadores pasivos, indicó que la exposición de manera continua al humo ambiental del tabaco, genera enfermedades respiratorias crónicas. “En niños aumenta la severidad y frecuencia de los episodios de asma, así como de la incidencia de infecciones respiratorias tanto superiores como inferiores”.

Al igual que ocurre con los fumadores, quienes están expuestos también a mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, enfermedad coronaria y eventos cerebrovasculares.

Control del hábito tabáquico

El doctor Juan Saavedra, gerente general de la SAV, por su parte, se refirió a la labor de esta institución, cuya misión es contribuir con la reducción de la incidencia, mortalidad y morbilidad del cáncer a través de la educación, pesquisa y diagnóstico precoz, y se aboca a conmemorar fechas especiales como, en este caso, el Día Mundial de No Fumar.

Recordó que esta efeméride fue decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para poner en relieve los riesgos asociados con el tabaquismo, tanto en la salud  como en otros ámbitos, y abogar por políticas eficaces y eficientes para reducir el consumo del cigarrillo.

En el mundo hay 4 mil 700 millones de personas (63% de la población mundial) protegidas por alguna de las medidas contenidas en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, aprobado en 2005, lo que comparado con cifras de años anteriores representa un avance importante, reveló el especialista.

En el caso de Venezuela, uno de los más de 140 países que suscribió este tratado internacional, señaló que ha logrado bajar el consumo en casi un 50%, gracias a la aplicación de políticas como la prohibición de la publicidad, la promoción y patrocinio del tabaco, el aumento de los impuestos al producto, así como la restricción de fumar en espacios públicos y sitios de trabajo.

Con respecto al cáncer del pulmón, una de las enfermedades más vinculadas al consumo de cigarrillo, adelantó que de acuerdo con  las proyecciones del nuevo estudio de investigación sobre incidencia y mortalidad de cáncer que publicará la  SAV en junio del presente año, entre 480 y 584 mujeres mayores de 74 años, podrían fallecer por esta causa al año; mientras que en el caso de los hombres mayores de 74 años se pronostica un incremento  de la mortalidad de 594 a 766.

El estudio anterior, realizado entre 2013 y 2016 evidenció un aumento sostenido de la incidencia de 12.44 versus 13.07, y de la mortalidad  (15.14 vs 16.03), asociado al cáncer de pulmón durante ese período.

Consecuencias sociales

Natasha Herrera, psicólogo especialista en adicciones y vocera de la SAV,  abordó el tema relativo a las implicaciones de fumar y las consecuencias sociales para la salud. Señaló que este mal hábito genera no sólo enfermedades y muertes prematuras de madres y padres de familia, también una carga económica importante.            .

“Esto repercute en el deterioro del salario mínimo, porque se gasta demasiado dinero en la compra de cigarrillos; menos comida en el hogar, por la misma razón; complicaciones cardiovasculares en la población infantil, porque se convierten en fumadores pasivos gracias a un familiar cercano con adicción al tabaco, como la madre, el padre, abuelos o tíos”, explicó.

En el mercado mundial se producen 6 mil billones de cigarrillos y 600 mil billones son comercializados como contrabando. En 2010, fueron fumados 12 millones de estos productos en el mundo por minuto diariamente, y 63% de los recolectores de tabaco son niños.  “Todo esto deja como resultado uno de los más altos índices de cáncer de pulmón a nivel global, reduciendo la expectativa de vida en 15 años, y la muerte de más de 7 millones de personas por año”.

Según la Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes (Global Youth Tobaco Survey), realizada en el año 2010 y publicada por el Centro de Control de Enfermedades de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la prevalencia de fumadores adolescentes (entre 13 y 15 años) en el país es de 9,4%, la edad promedio en que se comienza a fumar en Venezuela.

 




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