El vértigo, trastorno del equilibrio que se presenta con sensación de movimiento, por lo general de rotación, con conservación de la consciencia, es uno de los síntomas más incapacitantes que puede sufrir el ser humano, junto al tinnitus y el dolor crónico.

En palabras del doctor José Rafael Fermín Castillo, baluarte y maestro de generaciones de otoneurólogos, decir que el paciente padece de vértigo implica buscar una causa en el sistema vestibular.  Esta información circunscribe el origen del síntoma, orienta y facilita el diagnóstico. Sobre todo, en médicos de atención primaria que reciben cerca del 23% de la población con algún desorden del equilibrio. Por fortuna, la gran mayoría de estos desórdenes, son de causa benigna, responden muy bien a la farmacoterapia y son auto limitados.

Los fármacos utilizados se pueden clasificar en dos grupos:

  • Aquellos que se administran con la finalidad de controlar al síntoma
  • Y otros dirigidos a la etiología que originó el vértigo.

La selección de unos u otros, o la combinación de representantes de ambos grupos, dependerá del cuadro clínico y el diagnóstico etiológico. En la coyuntura actual que vivimos, también dependerá de la disponibilidad del fármaco y accesibilidad. Los de uso frecuente son:

Benzodiacepinas

Este grupo de fármacos se utilizan en el vértigo por su acción sedante y ansiolítica. No ejercen una verdadera acción antivertiginosa pero si bloquean el nivel de consciencia y reducen la percepción de desequilibrio, en paralelo con la disminución de los síntomas neurovegetativos concomitantes. También podrían disminuir la percepción de tinnitus asociado a algunos trastornos vestibulares como Menière, enfermedad cócleo-vestibular, etc. Su uso es fase aguda por periodos cortos para evitar su impacto sobre la compensación vestibular.

Antihistamínicos

Los antihistamínicos H1 de primera generación como mezclizina, dimenhidrinato y difenhidramina tienen efecto antihistamínico, anticolinérgico y sedante, que en conjunto, controlan los síntomas asociados al vértigo. Algunos derivados como cinarizina y flunarizina, también poseen acción antagonista del calcio y efecto vasodilatador central, por lo que son usados en los cuadros de vértigo asociados a migraña (migraña vestibular), principalmente el segundo. Ambas producen sedación y aumento de peso y por su actividad antidopaminérgica, producen cuadros de pseudoparkinson, en mayor proporción con el uso de cinarizina.

Corticoides

Los corticoides se emplean con el objetivo de reducir el componente inflamatorio en la neurinitis vestibular, los cuadros de Menière bilateral y episodios de enfermedad cócleo.vestibular autoinmune.

Parece ser que facilitan no sólo la recuperación funcional del receptor periférico, sino también la compensación central y la percepción de mejoría clínica. Se recomiendan por periodos cortos para evitar los efectos adversos con el uso prolongado de los esteroides.

Diuréticos tiazídicos

Se usan en las crisis de la patología de Menière y evitar la recurrencia de los síntomas. Logran reducir la presión del líquido endolinfático. El más utilizado es la hidroclorotiazida.

Histamino modulares 

La Betahistina es un histamino modulador, histaminérgico con efecto vasodilatador selectivo del oído interno, reducción de las descargas de los núcleos vestibulares y acción sobre la estría vascular. Mecanismo por el cual regula la presión del líquido endolinfático en la enfermedad de Menière. Por su complejo mecanismo de acción, tanto periférico (vasodilatación del oído interno, regulación de la presión del líquido endolinfático), como central (disminución de la excitabilidad de los núcleos vestibulares), está indicado en vértigos de cualquier etiología.

No se incluyen todas las opciones terapéuticas, pero si las de mayor uso en el control del vértigo. Para realizar una indicación adecuada en el paciente con vértigo, se requiere indagar para precisar el evento fisiopatológico que lo desencadena y seleccionar, del arsenal terapéutico, aquellos que actúen sobre la etiología.

Existen otros fármacos usados en el tratamiento del vértigo como los aminoglicosidos, que por su acción ablativa de la función vestibular, serán incluidos en el segmento destinado al tratamiento quirúrgico del vértigo.




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