Transporte
(Foto: Gleybert Asencio/Crónica Uno)

“En esta unidad puedes pagar tu pasaje con el bolívar digital”, se lee en una calcomanía rectangular de color azul que desde hace meses exhiben autobuses y jeeps que prestan servicio de transporte público en la ciudad. El mismo adhesivo invita al usuario a descargar y usar su código QR y asegura que con el sistema VeTicket, Venezuela avanza a la economía “100 % digital”.

Sin embargo, el usuario promedio que hace fila para abordar las unidades de transporte apenas si se percata del cartel. Desconocen de qué se trata o no sienten gran interés para migrar a esta alternativa.

El anuncio oficial más reciente para automatizar el pago y cobro del pasaje en el transporte público superficial se hizo hace seis meses. El mandatario Nicolás Maduro indicó entonces que uno de los sistemas sería el VeTicket, vinculado a la plataforma Patria. Pero, como iniciativas similares, esta aún no ha calado del todo en la población ni en los transportistas, pese a que voceros oficiales afirman lo contrario.

Aunque los usuarios calificaron de positiva la propuesta, la mayoría confesó que aún tiene dudas sobre cómo usar el sistema, según constató Crónica.Uno en este reportaje. Los transportistas manifestaron sentir desconfianza sobre cómo el dinero del pasaje llegará oportunamente a sus bolsillos; les preocupa que no todos tienen teléfonos inteligentes y que emplear la aplicación requiere de Internet, en un país con una conectividad muy inestable. Otros choferes consultados dijeron que solo se registraron en la plataforma y pegaron la calcomanía en sus unidades porque les indicaron que era lo necesario para acceder al combustible subsidiado.

Aún cuando la propaganda sobre el plan continúa circulando en redes sociales y medios oficiales, a la fecha de esta publicación no se ha difundido información certera sobre los resultados del plan piloto que se anunció, ni la cantidad de choferes registrados en la plataforma o el alcance que ha tenido este plan en la ciudadanía.

Realizar inversiones para optimizar el transporte público es una de las acciones para lograr la seguridad y sostenibilidad de las ciudades, que es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que se espera que los países del mundo alcancen para el 2030. En América Latina gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia y México, entre otros, han logrado implementar con éxito sistemas de automatización de los pagos, que incluyen ventajas como la integración de distintos sistemas tarifarios.

Para este reportaje, Crónica.Uno solicitó hace dos meses entrevistas formales con el ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayan, y el director de la Fundación Fondo Nacional de Transporte Urbano (Fontur), José Pastor Chacón Gómez, para obtener más información sobre los resultados de la ejecución del sistema VeTicket. A estas solicitudes se les realizó seguimiento vía telefónica, sin embargo, al momento de esta publicación no se obtuvo respuesta.

La promesa de la economía digital 

Durante una reunión entre las autoridades del transporte y el Bloque Bolivariano de Transportistas, en enero de 2020, ya se había planteado “consolidar el cobro de pasaje digital a través del carnet de la Patria”.

Un año más tarde, el mandatario Maduro prometió que en 2021 afianzaría la economía digital en Venezuela, con miras a fortalecer la moneda nacional y beneficiar el crecimiento del comercio a través del uso de la tecnología y las transacciones electrónicas. Como parte de esa política, meses después presentó un plan de automatización del pasaje estudiantil al que bautizó como VeTicket, afiliado al sistema Patria, que en principio estaba destinado al pago de la tarifa del Metro de Caracas.

Voceros oficiales explicaron después que el uso del VeTicket también aplicaba al transporte público superficial. En agosto de 2021 se convocó a los estudiantes y transportistas del país a registrarse. Entre los requisitos solicitados estaba presentar la cédula y escanear la huella digital para la obtención del código QR. Para el registro se realizaron varias jornadas en estaciones del Metro de Caracas y en otros estados como Miranda, Carabobo y Aragua.

En septiembre de 2021, como parte del relanzamiento de la Gran Misión Transporte, Maduro habló una vez más de implementar el pago digital del pasaje urbano, esta vez para el público general. En esa oportunidad, durante una transmisión del canal Venezolana de Televisión, el mandatario insistió en que una de las modalidades de pago y cobro funcionaría a través del escaneo de un código QR que los usuarios podrían imprimir en físico o tener guardado en sus celulares.

En marzo de 2022 el entonces ministro de Transporte, Hipólito Abreu, relanzó el mismo plan y dijo que “el cobro electrónico del pasaje a través del QR ya era una realidad para fortalecer el bolívar digital”. Un mes después, en abril, el vicepresidente de Fontur, Guillermo Eloy Sulbarán Castillo, aseguró que en más de 90 % del país el cobro y pago del pasaje en el transporte público se realizaba de forma digital.

Un plan poco conocido por los usuarios

Alan Rodríguez es sociólogo, tiene 24 años de edad y vive en Caricuao, en el municipio Libertador de Caracas. Cuatro veces a la semana se levanta a las 5:00 a.m. y atraviesa la ciudad en transporte público para llegar al municipio Chacao, en el estado Miranda, donde cursa un diplomado. Para este mes de octubre gasta a diario 12 bolívares en transporte, equivalentes a 1,4 dólares a la tasa oficial.

Rodríguez oyó por primera vez sobre el sistema de pago VeTicket a través de un amigo. Pensó que era una opción práctica por lo engorroso que le resulta a veces conseguir bolívares en efectivo, pero aún así no se aventuró a averiguar más al respecto. “Entiendo que se puede cancelar la tarifa con el teléfono, pero no he visto a nadie pagando el pasaje con su celular. Las calcomanías tampoco ofrecen detalles. Si yo que soy joven no lo tengo claro, imagínate los adultos mayores”, dice.

El VeTicket se promociona como “un sistema de cobro de pasaje automatizado, eficiente y seguro que permite a los usuarios del transporte público multimodal cancelar su pasaje a través del uso de un código QR”, según refiere la cuenta en Twitter @T_TicketVzla. En ese mismo mensaje del 17 de octubre pasado señalan que con este método, “se elimina el cobro en efectivo”.

“Muy bueno el pago virtual para solventar el tema del efectivo aunque yo dudaría en sacar mi teléfono en una camioneta porque nunca se sabe si uno se lleva mal rato”, opina José Mujica, habitante de los Valles del Tuy, en el estado Miranda, que trabaja como vigilante en Catia.

Aurimar Vega, estudiante de contaduría de 23 años de edad, también piensa que la digitalización del pago de pasaje es una buena propuesta. Ella vive en Santa Teresa del Tuy (Miranda) y gasta lo equivalente a 5 dólares semanales en pasaje.

En la camioneta que la traslada desde Los Valles del Tuy hasta Nuevo Circo, en Caracas, le cobran 12 bolívares y no siempre puede conseguir efectivo, pese a que la disponibilidad de billetes en la banca parece haberse aliviado desde que la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) autorizó desde principios de agosto a las agencias a dispensar un monto máximo de hasta 500 bolívares por medio de los cajeros automáticos. En el sector en el que vive los cajeros están dañados y las colas para retirar por taquilla son extensas en las escasas agencias que siguen abiertas. Su experiencia no constituye un hecho aislado: de acuerdo con datos de Fetrabanca, 450 sucursales bancarias han cerrado sus puertas en los últimos cuatro años. Por esa razón a Aurimar no le queda más alternativa que buscar los bolívares en Caracas.

Sin embargo, Vega no cree que este nuevo mecanismo sea una solución a largo plazo para evitar la especulación que, a su juicio, existe con las tarifas, especialmente en rutas suburbanas, aún cuando el programa menciona entre sus ventajas que los usuarios podrán pagar “exacto y sin inconvenientes”.

En Venezuela la responsabilidad de establecer las tarifas del transporte público superficial recae en los gobiernos locales (alcaldías), sin embargo, en la práctica los gremios de transportistas suelen ajustar los montos unilateralmente. “Antes 20 bolívares en efectivo me alcanzaban para movilizarme, pero ahora debo sacar 50 bolívares o más solo para trasladarme dos veces por semana a Caracas”, expresa la joven sobre el aumento de la tarifa urbana a Bs. 3 por viaje que los transportistas fijaron en agosto pasado.

Crónica.Uno realizó un recorrido por varias paradas de autobuses en la Gran Caracas a mediados de julio para consultar a más usuarios sobre este método de pago. De nueve personas entrevistadas, siete afirmaron que no lo conocían, pese a que el Ministerio de Transporte señaló que en la actualidad han desplegado jornadas para incentivar el uso de la aplicación “mediante charlas y operativos de registro, donde se otorga el código QR generado por la Plataforma Patria, desde el perfil del ciudadano”.

Quienes sí habían oído hablar de este mecanismo manifestaron no tener suficiente información sobre cómo funciona o qué deben hacer para usarlo.

Un mecanismo anclado al Sistema Patria

Para hacer uso del VeTicket tanto usuarios como conductores deben estar registrados en el sistema Patria, una plataforma digital para gestionar el acceso de los venezolanos a los programas sociales del Gobierno, y que la oposición ha calificado como un mecanismo de “control social”.

Entre sus ventajas, las fuentes oficiales señalan que usar este sistema de pago “permite un rápido y cómodo acceso por parte de los usuarios a los servicios de transporte de pasajeros, sin aumentar los tiempos y costos de operación”.

Una nota de prensa del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre, ente adscrito al Ministerio de Transporte, señala que para que los usuarios generen su código deben ingresar al sitio patria.org.ve, ir a la pestaña de Monedero, seleccionar la opción de Tickets y Tarjetas, y hacer clic en el botón “generar ticket”. En ese momento recibirán un pin de cuatro dígitos en sus teléfonos registrados al sistema Patria que deben ingresar en la página web y luego aparecerá el código en la pantalla.

“Seguidamente se genera el ticket, haga click sobre el mismo y observe las opciones de descarga. Proceda a imprimir el código QR generado, el cual será utilizado para pagar el pasaje”, reza la nota. “Es importante destacar que el código generado se puede imprimir hasta cinco veces para ser utilizado por el núcleo familiar”.

Crónica.Uno revisó una docena de perfiles en la Plataforma Patria y constató que no en todos está habilitada la opción de Tickets y Tarjetas. Para que esta aparezca, el usuario debe tener la verificación del perfil al máximo, es decir, debe mantener actualizados todos los datos que la plataforma solicite, como advirtió un tuit de la cuenta del Movimiento Somos Venezuela del 26 de agosto pasado.

Aún cuando la mayoría de los usuarios consultados para este reportaje creían que era estrictamente necesario el uso de su celular para mostrar su código QR, los sitios web oficiales plantean que este código se puede imprimir y presentar a los choferes o colectores al momento de subir a la unidad, y ellos lo escanearán con sus teléfonos inteligentes.

La información oficial consultada no precisa si el usuario debe tener saldo positivo en su monedero. Hasta el mes de septiembre pasado, la única forma de tener dinero en en la billetera digital de la página Patria era si a la persona le había llegado algún bono gubernamental, o tenía algún remanente de cuando algunas empresas públicas y privadas realizaron los pagos de nómina a través de esa plataforma. Sin embargo, desde el 1° de octubre, en el marco de nuevos requisitos para acceder a la gasolina subsidiada, se anunció que ahora es posible recargar el monedero desde cuentas bancarias nacionales.

Hace más de un año, el 20 de septiembre de 2021, se lanzó la aplicación móvil VeTicket en la tienda en línea Play Store de Google. Fue desarrollada por la empresa JMT ST C.A, creadora de otras aplicaciones promocionadas por el Gobierno como Vemonedero, Vepatria, Veqr-Somos Venezuela y VePos. Su descripción advierte que se trata del “punto de cobro de pasaje vinculado al monedero digital de la Plataforma Patria”.

Una consulta a las especificaciones de esta app señalan que actualmente está disponible en su versión 1.1.27, que tiene un tamaño de descarga de 17,27 MB y que se han realizado más de 50.000 descargas.

Aunque su última actualización se realizó el 27 de septiembre de 2022, usuarios de la plataforma que han compartidos sus opiniones aseguran que la app presenta fallas con la sincronización en algunos equipos móviles, lo que impide la generación del código QR necesario para la obtención del ticket virtual.


La desconfianza de los transportistas

José Vergara es autobusero desde hace más de 30 años y trabaja en la Asociación Colinas de Urdaneta que cubre la ruta El Cuartel, Catia. Hace más de seis meses tiene pegada en una de las ventanillas la calcomanía distintiva del pago digital con VeTicket, pero a la fecha de esta publicación no ha cobrado el primer pasaje a través de este sistema. Los usuarios tampoco se lo han solicitado y la mayoría desconoce la existencia de esa alternativa.

“Yo fui hasta el Ministerio de Transporte junto con otros compañeros y nos registramos con nuestros datos. Nos dimos cuenta de que no era tan fácil porque tuvimos problemas con la señal del internet, tuvimos que movernos por varios puntos para recibir la señal porque la aplicación se puso lenta. Le vemos un inconveniente, creemos que no va a funcionar tan bien en zonas con poca conexión. Además, no todo el mundo maneja estas tecnologías ni todos los choferes disponen de un teléfono inteligente”, dice.

A juicio de Vergara, la falta de información y las dificultades técnicas entorpecen la implementación del sistema en rutas urbanas en las que hay mayor afluencia de usuarios. “La aplicación funciona mejor con la línea Movistar y depende de la calidad de la señal de internet. El pasajero promedio no entiende cómo usarla y aunque se rodó la voz de que habían realizado un plan piloto no se nos notificó cuáles fueron  los resultados”, agrega.

Fernando Mora, directivo del Comando Intergremial del Transporte, califica como positivo el plan de un sistema de pago digital porque es una propuesta que el gremio ha solicitado al Ejecutivo desde hace 12 años. Por eso cuando fueron informados acerca del proyecto en enero de 2022 recibieron el anuncio con mucha expectativa.

Pero con el transcurrir de los meses no todo resultó tal y como se prometió. Una nota periodística publicada en la página web del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre reseña que el 4 de marzo de 2022 el presidente de dicha institución, Enrique Quintana, se reunió con los jefes de las sedes regionales  del  Distrito Capital y representantes del Ministerio de Transporte para acordar la ejecución del plan piloto para el cobro del pasaje por la aplicación VeTicket. Otras informaciones de prensa publicadas en meses posteriores dan cuenta de que la primera fase del registro para implementar el sistema se realizó en los estados Vargas y Nueva Esparta.

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En abril de 2022 representantes del Gobierno se encargaron de recalcar que el  sistema ya se encontraba activo en gran parte del país. Uno de ellos fue Guillermo Eloy Sulbarán Castillo, vicepresidente Fontur, quien aseguró durante una entrevista transmitida por el canal VTV que 90 % de líneas del país ya estaban afiliadas al mecanismo y que el cobro y pago del pasaje ya era digitalizado. Pero contradictoriamente, según Mora, a cinco meses de ese pronunciamiento, los conductores todavía siguen a la espera de que se aplique el primer plan piloto para evaluar la viabilidad del sistema a gran escala.

Insiste en que lo fundamental es convencer al usuario sobre los beneficios del pago virtual y que al momento de cobrar, el chofer pueda comprobar que el depósito del dinero se hace directamente a su cuenta bancaria, al menos en un lapso no mayor a las 24 horas.

“La desventaja que le vemos es que no tendremos un equipo instalado en la unidad, sino que será el transportista el que deberá tener un teléfono inteligente para leer el código QR”. Mora señala que los pasajeros también deberán renovar el código periódicamente ya que este se vence y a las pocas semanas pierde su utilidad.

Las fallas de conectividad a internet en zonas remotas y con poca cobertura es otro tema de preocupación entre conductores. Estiman que las caídas de banda ancha podrían dificultar el cobro del pasaje en las unidades de transporte al momento de leer el código QR.

“En sitios donde no había internet las transacciones quedaban registradas pero no se procesaron hasta que nos movilizamos hacia algún punto con señal. Entonces sí se hacía efectivo el cobro de los pasajes”, contó Luis Alberto Salazar, director del Comité de Usuarios del Transporte Público y especialista en el área de digitalización del pasaje, quien fue convocado a participar en una prueba inicial del proyecto a mediados de marzo.

Los inconvenientes no se limitan solo a la parte técnica. Una fuente vinculada al gremio de transporte, que prefirió mantener su nombre en reserva, contó a Crónica.Uno el proceso de registro en la aplicación VeTicket no estuvo exento de irregularidades.

“Nos llamaron desde el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre a una jornada en el Poliedro, diciéndonos que si no nos registrábamos, no podríamos surtirnos de gasolina para salir a prestar servicio. Es otra forma de ejercer control sobre el gremio”, indicó.

Pese a las contrariedades, los representantes del gremio están esperanzados porque consideran que la automatización del cobro del pasaje es señal de progreso y aporta algunas ventajas. Salazar enumera entre los beneficios la reducción del uso del efectivo y de la especulación por parte de los conductores.

Añade como otro punto a favor que el uso del mecanismo a través del sistema Patria y que VeTicket es gratuito y automático. “Queremos que esta herramienta esté activa. Hasta el momento el sistema sigue sin funcionar en todo el país y mientras sea así no hay capacidad de respuesta para determinar su operatividad”, dice.

Una cola de planes fallidos 

En 2016, cuando el Gobierno ordenó el retiro del 48 % del dinero en efectivo porque entraría en circulación un nuevo cono monetario, fueron presentados los primeros planes de pago digital dirigidos al sector estudiantil con la creación de una tarjeta prepagada que tuvo poco tiempo de circulación en Mérida, Los Teques y los Altos Mirandinos. Fuentes consultadas para este reportaje indicaron que las dificultades técnicas para recargar el saldo, la falta de equipos y los retrasos en el pago de los montos a los choferes truncaron este programa inicial.

Desde entonces el Gobierno ha relanzado sin éxito proyectos similares que no logran calar en la población.

Los retos para el futuro 

La automatización del pasaje a través de un mecanismo de pago electrónico permite la incorporación de diversos esquemas tarifarios entre distintos sistemas de transporte, plantea un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicado en el 2018, lo que aporta múltiples ventajas porque disminuye los costos de operación, agiliza el abordaje al eliminar el efectivo e incrementa las herramientas de información para la planificación del transporte urbano.

No obstante, el informe precisa que para una implementación exitosa es necesario que las autoridades comuniquen a la ciudadanía y apliquen herramientas de información y campañas de mercadotecnia dirigida a los usuarios potenciales.

Una de las estrategias que también recomienda esta institución es “definir a los responsables de la inversión inicial con relación a la compra de los equipos, puntos de venta y centro de control de acuerdo al contexto de cada ciudad”. Tomando como ejemplo la experiencia de países como Brasil, Colombia, México y Japón de donde se desprenden los datos de la investigación, en el documento se hace hincapié en la necesidad de garantizar la compatibilidad del sistema prepago con otros mecanismos y otras tecnologías, para lograr una integración de la red de transporte.

El sistema debe ser abierto y prever actualizaciones y futuras ampliaciones.

Para Josefina Flores, experta en movilidad sustentable, concertar este tipo de planes amerita un esfuerzo conjunto entre autoridades y gremios. La especialista sostiene que, aunque la propuesta de pago automatizado es buena y ecológica, porque reduce el consumo de papel, en Venezuela el otorgamiento de concesiones a numerosas organizaciones y asociaciones de transporte que operan en las ciudades dificulta que se llegue a un consenso para lograr un objetivo en común. 

“Es difícil que todos se pongan de acuerdo porque tenemos rutas municipales que son competencia de las alcaldías, mientras que otras rutas son competencia del ministerio o del INTT. Hay demasiadas divisiones”.

Carmen Padrón, magíster en transporte público y profesora agregada de la Universidad Simón Bolívar, opina que la clave para la aplicación efectiva del sistema radica en mostrarles a los ciudadanos la seguridad que brindan los sistemas virtuales de cobro para el transporte público, tal y como funciona en las sociedades desarrolladas. El primer paso consiste en llevar a cabo un estudio previo que determine qué tipo de tecnología se adapta mejor a las necesidades de la población, incluyendo a los adultos mayores.

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De acuerdo con Padrón, una vez que se identifica y elige el mecanismo más viable, las autoridades deben encargarse de poner a disposición de los usuarios puntos de recarga e información en ciudades y pueblos.

“Una campaña de concientización de cultura ciudadana que promueva la adaptación progresiva resulta fundamental”.

La especialista concluye que este tipo de planes de cobro electrónico significan una mejora en la movilidad urbana a mediano y largo plazo porque arrojan datos estadísticos necesarios para la planificación de políticas sustentables orientadas a garantizar una mejor calidad del servicio.




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