El país va por un despeñadero sin freno. Lo único que puede parar esto es, obviamente, la salida del “capataz” y el cambio de sistema socialista-comunista por una democracia plena. Este año 2018 será tiempo de elecciones presidenciales para definir el destino del país; con toda seguridad la voz cantante será la terrible crisis económica exponencial, progresiva, que enlutará aún más la vida ya diezmada del venezolano.
Hay que considerar, también, que la abstención del lado de los adversarios del gobierno para esta ocasión será notablemente menor que el de las elecciones de gobernadores y alcaldes llevadas a cabo el año pasado por la sencilla razón de que en esos torneos no se iban a producir un “verdadero cambio para que la nación saliera de la crisis”. En otras palabras, el capataz causante de este apocalipsis continuaría en Miraflores. Asimismo, los gobernadores y alcaldes seleccionados de las filas no chavistas los tendrían marcados con el nombramiento de dirigentes del Psuv a quienes arbitrariamente les transferirían los recursos y competencias inherentes a esos cargos.
Por supuesto, que las probabilidades de que estas elecciones se realicen este año dependerán de los acuerdos que sobre la materia se tomen en la Mesa de Diálogo que se reunirá este jueves 11 y viernes 12 de enero en República Dominicana. Es esencial que se decida allí la renovación de un Consejo Nacional Electoral equitativo, imparcial, ecuánime, donde no haya espacio para el ventajismo que tanto aíslan a la población de la oportunidad de ejercer su derecho al voto.
Por otra parte, hay que tener presente que la oposición tampoco tendrá un horizonte despejado por los errores cometidos por su dirigencia política el año pasado. La oposición debe replantearse la estrategia. Incorporar a la sociedad civil, ONGs, gremios profesionales y técnicos, sindicatos de las clases trabajadoras y academias, a la Mesa de la Unidad Democrática. La oposición debe, según el ingeniero Jesús Guía, director de la empresa encuestadora Datincorp, trabajar muy fuerte para neutralizar los niveles de rechazo. Propone, como resultados de un estudio hecho a finales del año 2017, que todos los actuales postulantes pongan sobre la mesa su renuncia temporal a sus aspiraciones y busquen, más bien, un candidato de consenso para evitar unas elecciones primarias que él reconoce de alto riesgo para estos sectores; esta oferta cuenta con el apoyo de 82 % de los venezolanos. Asimismo, 65 % cree que la crisis debe solucionarse mediante elecciones presidenciales y negociaciones entre los factores políticos.
Rótulo: Hoy miércoles a las 2 p. m. estaré en el programa “A LA DERECHA Y A LA IZQUIERDA” de Unión Radio.
