En Venezuela el tiempo de los lamento ya pasó. Urge tomar decisiones, no generales, sino puntuales. La soberana Asamblea Nacional ha tomado el camino correcto de responsabilizar a quien había que hacerlo, al presidente Maduro, como ejecutor de las nefastas medidas que en todos los órdenes de la vida nacional han trastocado nuestro ritmo de vida.
Así lo expuso Elis Mercado Matute, presidente del Ateneo de Valencia, a través de un manifiesto de su directiva, en el que además recalcó que en el país persiste una crisis de tipo moral, ético, corrupción, impunidad, escasez, desabastecimiento, crecimiento de la pobreza extrema, acoso a las universidades, represión, tortura, y un engaño con la liberación de presos políticos, como lo ha señalado el Foro Penal Venezolano. “Todo un cuadro dantesco que se cierne sobre nuestro presente, por lo que es nuestro deber colaborar para que el futuro nos depare una mejor sociedad, no solo para nosotros la actual generación sino para las subsiguientes”.
Es el momento de dejar al lado las generalidades y las abstracciones, cita el texto. «No se sale de la crisis apuntando gaseosamente. La solución es urgente; por ello es necesario asumir con claridad y en forma muy concreta, lo que a nuestro parecer es una salida democrática, con sus riesgos por supuesto, tal como la que señalado el exrector de la UCAB, Luis Ugalde, en el denominado Larrázabal II, donde expresa entre otras cosas, que no hay una salida con la urgencia del caso, si no se cuenta con el apoyo del sector democrático de nuestras Fuerzas Armadas, para asumir las riendas del Ejecutivo en tono de convocar a elecciones generales, destinadas a la recuperación institucional del país. Así de simple y llana es nuestra postura”.
