En el hervidero diplomático de la 74 Asamblea General de Naciones Unidas, un foro que estos días acoge 1.600 reuniones bilaterales, los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) intentan atraer la atención de delegaciones y público entre la avalancha de temas y noticias políticas que acaparan los medios.
Una alfombra multicolor con los 17 objetivos da la bienvenida en la entrada de la sede de la ONU a las delegaciones, que han sido invitadas a ofrecer una autoevaluación de cómo están implementado la Agenda 2030, cuyos propósitos son erradicar la pobreza, revertir la crisis climática, proteger la biodiversidad o extender, entre otros, el derecho a la educación.
«Es un escenario para crear el ambiente correcto. Todas las delegaciones son conscientes de la agenda que sus Gobiernos han adoptado, pero de esta manera preparamos el escenario para la primera revisión que se hace desde la adopción de la Agenda en 2015», aseguró a Efe Nanette Braun, directora de la División de Comunicación Estratégica de la ONU.
Braun cuenta que en estos cinco días, además de la Cumbre sobre los ODS de ayer y hoy se han programado unos 40 eventos para discutir distintas cuestiones además de numerosos encuentros y diálogos.
Se celebran en dos carpas claramente visibles donde en todo momento destacan en vivos colores los carteles con los distintos ODS, sobre los que también hay pins, bolsos, bolígrafos y todo tipo de productos que estos días forman parte del atuendo habitual del ajetreado ir y venir de las delegaciones.
Para Braun, es «crucial» tanto el uso de la diplomacia «directa» como de la «blanda», para avanzar en la aplicación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
«Es muy importante que se apliquen las políticas correctas y que haya suficientes fondos, pero es absolutamente crítico e igual de importante que suba a bordo el mayor número de personas posible, porque es una agenda que necesita a todos los sectores de la sociedad y a toda la gente», comenta.
La funcionaria de la ONU reconoce que en estos días es muy difícil competir con la «actualidad política» que genera la Asamblea General y atraer la atención de los medios de información para difundir la importancia de los Objetivos de Desarrollo, por lo que insiste en que ellos trabajan a largo plazo y empleando distintas plataformas, así como atrayendo a personajes influyentes en las redes sociales y la televisión como Hello Kitty.
Este personaje japonés, creado por la empresa Sanrio, es el último ‘embajador’ elegido por la ONU para difundir los Objetivos de Desarrollo como parte de su diplomacia blanda.
Una de las personas encargadas de este proyecto es Jeffrey Brez, jefe de relaciones con las ONG del departamento de comunicación de la ONU.
«Mi trabajo está más enfocado en la diplomacia blanda y en la manera en la que trabajamos con socios como Sanrio usando el personaje de Hello Kitty», dice.
Brez explica que intentan contar historias a través del personaje «al que sus fans conocen y con el que se sienten a gusto».
«Con Hello Kitty seguirán con atención la manera con la que ella aprende de los expertos de la ONU, visitando lugares en todas partes del mundo donde Naciones Unidas está trabajando, para entender cómo los objetivos se están implementando y qué tipo de retos esta afrontando la gente en el terreno», explica.
Aún así, Braun reconoce la dificultad de hacer llegar al público la complejidad de los 17 objetivos que, a su vez, incluyen otros subobjetivos, por lo que, como agrega, hay que explicarlos de manera concreta porque lo que «todo el mundo sabe es lo que es la pobreza, la crisis climática o la desigualdad».
Unas cuestiones, que «están intensamente interconectadas» y que desde la ONU se intenta que la gente se identifique con ellas e incluso se comprometa a través de aplicaciones móviles como «ODS en Acción», que informa al usuario de actividades cercanas relacionadas con los objetivos que más le interesan. EFE
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