Casi solo se encuentra el casco central de Valencia, luego de que las autoridades obligaran a los ciudadanos a acatar la cuarentena radical que se dictó desde el pasado lunes 22, para evitar contagios con la cepa brasileña de la COVID-19.
La mayoría de los negocios está cerrado y por el bulevar Constitución se sigue impidiendo el acceso peatonal. Para evitar que los carros pasen por las calles transversales, hay conos en cada intersección adyacente.
Algunas personas que se encontraban este jueves en los alrededores de la plaza Bolívar, señalaban que el ambiente era parecido al de un primero de enero, por la soledad que se observaba.
La mayoría de los ciudadanos que iban hacia esa zona era en busca de farmacias, pues el resto de los establecimientos está cerrado. Sin embargo a media mañana se observaron puertas santa María que abrían y cerraban.
Negocios como cafeterías y luncherías estaban abiertas pero con muy poca clientela.
Efectivos de la Policía Municipal de Valencia permanecen atentos a que nadie circule por el bulevar Constitución porque está prohibido.
En la avenida Las Ferias sigue la actividad comercial, ya que por allí hay muchísimos negocios dedicados a la venta de alimentos y de medicina, por lo cual tienen permitido abrir al público.