Sin contratiempos se realizó la marcha por el Día del Trabajador en Valencia, que partió como siempre de la plaza Santa Rosa para llegar a la plaza Bolívar.
La lluvia que cayó a primeras horas de la mañana no fue impedimento para que trabajadores se concentraran para exigir reivindicaciones laborales. No hubo grandes tarimas, como tiempos atrás, por lo que los dirigentes sindicales improvisaron una en la plataforma de un camión, y desde allí pronunciaron sus discursos.
La dirigencia sindical y gremial estuvo agrupada en el Frente Unitario de Trabajadores de Carabobo, que incluye a las distintas organizaciones que hacen vida en la región, incluyendo disidentes chavistas.
Johnny Magdaleno, secretario general de Fetracarabobo, fue uno de los que intervino en la actividad, para reiterar su criterio de que los salarios de los trabajadores, sobre todo de los públicos, no alcanzan para nada.
Pidió al gobierno nacional una vez más, que cumpla con lo establecido en el artículo 91 de la Constitución, referido a que los trabajadores deben tener salarios que alcancen para cubrir la canasta básica familias.
También pidió al gobernador Lacava, que devuelva a los trabajadores la sede de Fetracarabobo, que está convertida en ruinas.
Julio Polanco, presidente de la Federación Unitaria de Sindicato de Trabajadores Bolivarianos, suscribió el esfuerzo de unidad que realizaron varias organizaciones sindicales, para llevar a cabo la actividad.
Dijo que los trabajadores están reclamando por reivindicaciones y por sus derechos conculcados, tanto por la patronal pública, como la privada.
Subrayó entre las peticiones, salarios y pensiones indexados a la canasta básica familiar, reenganche para todos los trabajadores públicos y privados, despedidos injustificadamente, y libertad para los trabajadores detenidos, aunque el gobierno diga que son presos comunes.
Los dirigentes sindicales presentaron un documento donde señalan que decidieron unirse, entre otras cosas, ante el terrible panorama laboral del modelo económico signado por la destrucción de las condiciones salariales, sindicales y laborales.
Refieren que hay un gran número de trabajadores sin empleo, despedidos, sin reenganches, con salarios caídos; más de 100 dirigentes presos, sin juicio y con medidas cautelares.
Rechazan la criminalización de la protesta, sin libertad sindical, restricciones a las libertades políticas, discriminación representativa, por la aplicación de un brutal paquete anti obrero por parte del Estado Venezolano, burlando las esperanzas de bienestar de la clase trabajadora.
Sostienen que voceros del gobierno mantienen discursos con los que dicen proteger el trabajo, pero contraviniene lo dispuesto en el artículo 3 de la Constitución., negando el papel del trabajo y la educación como procesos fundamentales para la prosperidad y bienestar del pueblo.
Afirman que no puede haber una reactivación del aparato productivo nacional, postergando a los trabajadores. El trabajo es la única forma de salir de la crisis en Venezuela. La productividad depende del trabajo del trabajador.
“Rechazamos la moral egoísta de que sea la ganancia, la prioridad en la producción de bienes y servicios y por último, nuestro salario. Tampoco reconocemos las políticas de control y poder político afectando derechos laborales, implementadas a espaldas de las necesidades de bienestar y progreso de los trabajadores”.
“Lo más sagrado para un trabajador es el salario para cubrir sus necesidades, a través del memorando 2792, que no es ley, el salario no es acordado entre las partes, es impuesto y vulnera todos los alcances conquistados por los trabajadores en su historia de luchas desde Gómez hasta el día de hoy. Por eso exigimos que sea eliminado”.
