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En Venezuela, los hospitales públicos no tienen unidades de radioterapias y más de 70 % de los tomógrafos, según la Encuesta Nacional de Hospitales-2019, estaba inoperativo.

“Tengo que hacerme una tomografía con contraste y no tengo el dinero. Es imposible. He recorrido todos los hospitales y en ninguno la están haciendo. Fui al hospitalito en Fuerte Tiuna y no están haciendo con contraste. Es urgente, el médico quiere saber cómo están el resto de mis órganos, pues el cáncer de pulmón está muy avanzado. Esto es como una condena a muerte”, refiere César Diaz.

Mientras Carlos Zambrano, de 57 años, está en riesgo de metástasis. “Como no puedo comprar los medicamentos, empecé a tomar hierbas para tratar el cáncer”.
Y si completa toda la gama de exámenes, le viene otro viacrucis: las quimioterapias y radioterapias, dosis que en muchos casos van juntas.

Dos casos que ilustran la crisis del paciente oncológico en Venezuela. Ademá, de que los pacientes son doblemente agredidos: Puede ocurrir que los hospitales no tengan los servicios mínimos como agua o luz; o que si siquiera tenga una aguja para tomar una vía.

En algunos servicios de patología no cuentan con alcohol 90° para el análisis de las biopsias.

“En los momentos ningún hospital está poniendo radioterapias. Ni en El Llanito ni en el Padre Machado. Me mandaron 32 sesiones, es casi imposible. Conseguí las quimios, pero las otras tengo que buscarlas en el sector privado. Me dieron un presupuesto de 4500 dólares. No hay máquinas de radioterapias en ningún lado”, comentó César Díaz.

En el caso de Díaz es el tratamiento que decidió su grupo de médicos, pues el riesgo en el momento de una intervención quirúrgica es muy alto. El tumor lo tiene en el estómago.

Estadísticas nadas alentadoras

La Encuesta Nacional de Hospitales (ENH 2019) señala que los servicios de apoyo más importantes y básicos de un hospital, como laboratorios, rayos x y ecografía, presentan valores de inoperatividad en promedio de 50 %. Los datos relativos a tomografías revelan una inoperatividad muy alta, mayor al 70 %.

A los investigadores de la encuesta les llama la atención que estas unidades requieran insumos de mediano costo para ponerlas a funcionar. “Pero no parece haber ninguna estrategia que permita dar ese paso”, se extrae del análisis de la encuesta.

La falta de estas herramientas retrasa los diagnósticos y la respuesta del Ministerio de Salud es tardía; deja la carga económica en pacientes como Zambrano, quien no tienen HCM y si lo tuviera, no cubriría este tipo de exámenes especializados que resultan inalcanzables para cualquier venezolano.

En promedio, 27 % de los tomógrafos de los centros públicos servían en 2019. Uno de ellos era el del hospital oncológico Luis Razetti, pero su prestación era casi un secreto de pasillo y solo para pacientes muy cercanos y recomendados. Para el resto, las citas ocurrían con la mayor demora posible. De allí que la gente eligiera la peregrinación por las clínicas privadas, donde los costos y presupuestos se calculan en dólares. Al cambio, se habla de 15 millones de bolívares como mínimo el precio de una TAC de abdomen, pelvis y tórax. Hay quienes venden por separado el contraste en cuatro millones de bolívares.

Cada año, se diagnostican más de 14 millones de personas en todo el mundo con cáncer. Alrededor de la mitad reciben radioterapia, tratamiento que suele combinarse con otros métodos.

Sin embargo, este tratamiento está limitado en Venezuela por la escasez y el alto costo de las imágenes de diagnóstico. Lo que hace de la enfermedad una condena a muerte.

Y en ese trance está Zambrano, tratando de hacerse la TAC. Aunque por lo elevado del precio corre el riesgo de quedarse en el camino, o, en el caso menos grave, sería uno más en la lista. Díaz, por el otro lado, pudo hacerse el examen gracias al aporte de sus hijos que están en el exterior, pero ahora no tiene cómo costear las radioterapias.

Todos los fármacos ligados a su enfermedad, y que los entregaba sin costo alguno el Seguro Social, cuestan conseguirlos. Quienes encuentran parte del protocolo es porque pagan en dólares o viajan a la frontera. Otros reciben las donaciones de pacientes-compañeros ya fallecidos.

Cuando me colocaron la sesión pasada de la quimio terapia, grité que ya no quería más, ya no podía más. Es muy duro. Estoy casi rendido”, dijo César Díaz, quien está por terminar ese ciclo, el segundo en dos años.

Cifras que desmienten al Gobierno

De acuerdo con el más reciente estudio de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, en 2019 hubo 28.304 muertes por cáncer, “y su tendencia seguirá en aumento si no se invierte en programas de prevención y tratamiento que cubra a los grandes sectores vulnerables de la población”.

La mortalidad a causa de esta enfermedad en Venezuela ha aumentado en 10 % en el último año, y su incidencia también ha crecido 17 %, según advierte el presidente de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela el doctor Cono Gumina, en nota de prensa enviada por la Sociedad.

Significa, que la mortalidad fue de 28 mil casos y la incidencia de 64.000 nuevos casos de cáncer.

Donde no lograron bajar las estadísticas ha sido en la incidencia, que corresponde a otros factores. Esto quiere decir que los lineamientos que dictó la Unión Internacional de Lucha contra el Cáncer, UICC, sí lograron reducir la mortalidad, y en Venezuela no, explicó el especialista.

El 65% de todos los tipos de cáncer corresponde a casos de próstata, le sigue pulmón (la patología de Carlos Zambrano) y luego vías digestivas, que es un cáncer que involucra colón, recto, estómago, páncreas e hígado (el sufrimiento de César Díaz).

El via crucis

En Venezuela, se sufre y se llora. Los pacientes y sus familiares recurren a campañas internacionales para cubrir las operaciones y tratamientos. También, sucede para casos de menor costo médico como una fractura.

El Gobierno nacional justifica la crisis basándose en el «bloqueo financiero imperial”, cuando estas penurias han estado presente desde a lo largo de estos últimos años.

Aún asi, el ministro de Salud Carlos Alvarado ha declarado que se logró mejorar en 2019 los servicios médicos a la población, pese a la retención de recursos para adquirir medicamentos, equipos e insumos que suman alrededor de medio billón de euros. En general son más de 30 mil millones, pero en salud nada más son cerca de 500 millones de euros, dinero que está aprobado por el presidente, para la salud y que no podemos utilizar porque están retenidos”, explicó.

Él, mientras Zambrano, Díaz y millones de enfermos tienen una sentencia a muerte, habla de que tienen un éxito importante. “Durante 2019 el presidente Maduro metió un jonrón en el sector salud. Se mantuvieron abiertas las instalaciones de salud pese a las dificultades, con limitaciones, pero con servicios abiertos».

“En 2019 se realizaron más intervenciones quirúrgicas que en los años previos. Además, las alianzas internacionales con naciones amigas y organismos mundiales han permitido que lleguen lotes de insumos importantes en 2019 en mucha más cantidad que en los 5 años anteriores”.

Este balance se desmiente  en cada sala de hospital por sí solo. Para muestra las penurias de los pacientes oncológicos del J.M de Los Ríos, que se caen como castillos de naipes, pues no se les garantizan los tratamientos y la buena alimentación.

O lo que sucede en el oncológico Luis Razetti de Cotiza, donde para operar a un paciente hay que hacer antesala, repetir todas las veces posibles los exámenes, rezarle a la corte celestial y, tal vez, en siete meses o en años, se puede entrar a la lista de las operaciones electivas.

Leer mas: https://cronica.uno/la-condena-a-muerte-de-los-pacientes-con-cancer/ 




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