Quienes intentaban beneficiarse con el operativo especial de venta de gas doméstico, que organizó PDVSA Gas Comunal en Naguanagua, perdieron buena parte del domingo esperando adquirir el producto.
A las cinco de la mañana comenzó a formarse la cola en la avenida Valencia, en su intersección con la Universidad, pero a la una de la tarde todavía no había señas de que llegara el camión cargado para cambiar los cilindros, a razón de 50 bolívares cada uno. Un total de 232 personas se mantenían en fila.
Como era de esperarse, esto molestó a los vecinos que esperaban con su bombona bajo el inclemente sol. Uno de los organizadores del operativo fue el concejal del PSUV, Gerardo Ramírez, por lo que hacia él fueron los ataques por la espera de más de ocho horas.
Gilda de Acevedo consideró una burla la jornada que hasta ese momento se realizaba, porque como no tenía gas, no pudo desayunar en su casa. Se compró una empanada que le costó 500 bolívares, pero no tenía para el almuerzo y estaba brava.
Belkys de Gallo consideró que estaba siendo víctima de una tomadera de pelo, porque tenía más de tres horas que a cada momento decían que venía el camión y nada. Comentó que si sabían que no iban a vender el gas, no debieron organizar nada.
José Arangibel y Soraya Benites consideraron poco serio que después de tantas horas de espera, el concejal Ramírez ni siquiera contestara el teléfono para darles una razón de lo que estaba ocurriendo.
Mientras que Mario Ramos señaló que lo ideal es que todas las comunidades del estado cuenten con gas directo, para que los ciudadanos no sean sometidos a estas indignas colas. Pidió que se revise la gerencia regional de Pdvsa, porque a su juicio hay un constante saboteo de la distribución del gas.
Mirna de Sarmiento citó que en la cuarta república, a todo el mundo le llevaban el gas a su casa. “El país va en retroceso”.
