No es casualidad que siempre haya sectores de Carabobo sin electricidad. La respuesta está en la falta de generación de los megavatios (mw/h) que se requieren para cubrir la demanda, por lo que entre 15 % y 20 % de la entidad está constantemente sin el servicio.

Es todo un drama que se explica fácilmente en números. Se necesitan entre 700 mw/h a 750 mw/h en las horas picos para que el 100% de las comunidades del estado tengan electricidad. Pero apenas se produce 100 mw/h en la planta termoeléctrica Pedro Camejo, ubicada en Los Guayos, por lo que el resto depende del sistema interconectado de la hidroeléctrica del estado Bolívar.

Así lo explicó el vicepresidente del Centro de Ingenieros de Carabobo, Nizar Richani, durante su participación en la transmisión de El Carabobeño en Vivo de este lunes 21 de junio.

Pero eso no es todo. Hay momentos en los que las fallas se presentan en muchas más zonas de la entidad. “Eso ocurre porque el requerimiento de Caracas es mayor y hay problemas con la línea del Guri, entonces nos racionan aquí hasta en 40 % y 50 % de todo Carabobo”.

El problema es que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) está tan debilitado que es imposible que pueda cubrir la demanda que desde la entidad no se genera. “Somos 85% dependientes de la hidroeléctrica de Guayana, y esa misma línea debe llegar a los andes, los llanos y el occidente del país”.

Destrucción de las termoeléctricas carabobeñas

Esta historia no siempre fue así. En Carabobo existe una capacidad instalada de tres mil megavatios por hora entre varias termoeléctricas. La más grande, Planta Centro, puede generar dos mil mw/h, pero está en cero. “Lo mismo pasa con TermoCarabobo, Castillito y Planta del Este

Y como el sistema está tan frágil, Corpoelec no está preparado ni en condiciones técnicas para plantear un cronograma de racionamiento, o de administración de carga como desde el gobierno lo definen, porque las fallas son impredecibles.

“Yo presumo que la gerencia nacional de la estatal tomó la decisión de como vaya viniendo vamos viniendo, si hace falta cortamos, si no hace falta no racionamos. En este momento no ningún funcionario de Corpoelec que sepa qué pasará está noche en Carabobo con la electricidad. No es solo un problema de generación o transmisión, es que no sabemos exactamente lo que pasa porque no existe un avalúo de la situación”.

Es por eso que es imposible saber a qué hora, qué día y por cuánto tiempo interrumpirán el servicio en determinado lugar. “Hay sectores que no se pueden incluir en estos cortes, como las áreas hospitalarias, y las propias instalaciones eléctricas.

Pero es que para que el 100 % del país cuente siempre con el servicio, se requiere de 12 mil mw/h y apenas se generan ocho mil 500. Esto significa que hay un déficit de tres mil que hay que racionar de manera obligatoria.

A esto se suman condiciones climáticas como las lluvias, incendios forestales y todo lo que pueda ocurrir en los más de mil 100 kilómetros del tendido eléctrico de la hidrológica.

Carabobo: El décimo estado con más apagones

Endeble. Esa es la palabra que utiliza la directora del Comité de Afectados por los Apagones, Aixa López, para definir el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Desde esa organización ya tienen más de 10 años abordando este problema que, actualmente, tiene a los estados Zulia, Táchira, Mérida y Barinas en los primeros lugares con la mayor cantidad de interrupciones en el servicio, mientras Carabobo está en el décimo puesto.

Durante este 2021 ellos han registrado seis apagones nacionales, tomando en cuenta el criterio de que afecta a más de ocho estados. El de mayor incidencia fue el del domingo 13 de junio, que mantuvo por varias horas a 15 entidades sin el servicio. Ese día se reportaron 34 personas con problemas con sus concentradores de oxígeno, como parte del tratamiento de COVID-19 domiciliario.

Este año, la mayor cantidad de fallas, según López en la entrevista de El Carabobeño En Vivo, se han presentado en la línea San Jerónimo que perjudica al interior del país, mientras que en Caracas lo que mayormente se reportan son fluctuaciones.

El agua: el problema de nunca acabar

La escasez de agua sigue siendo evidente en la Gran Valencia. En esos municipios (San Diego, Naguanagua, Libertador, Los Guayos y la capital carabobeña) se necesitan seis mil litros por segundo para cubrir la demanda.

Pero apenas se produce 50 %, de acuerdo con las estimaciones de Richani. “Es un problema complejo. Pao Cachinche no manda más de tres mil litros por segundo a la potabilizadora Alejo Zuloaga, pero en caso de lo que lo hiciera, esa planta no está en capacidad de procesar más de eso”.

Además, las plantas de tratamiento La Mariposa y Los Guayos están inoperativas y la de distribución de Los Colorados sufre constantemente cortes eléctricos que le impide funcionar a cabalidad.

“Pero si se resolviera el problema del embalse de Pao Cachinche, de la potabilizadora, de las plantas de tratamiento y de las de distribución, aun así estamos en aprietos porque el sitio de disposición final de las aguas servidas es el lagode Valencia y cada vez que se manda agua, crece su nivel, se afecta a comunidades aledañas y no se ha construido un mecanismo de control del nivel del lago”. Sitio de disposición final de las aguas servidas es el lago y cada vez que se manda crece y no se ha construido mecanismo de control del nivel del lago.

Vea la entrevista completa de ambos especialistas aquí.




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