Los seres humanos nos acreditarnos como los seres más evolucionados, y superiores en muchas cosas, al compararnos con otras criaturas existentes en el planeta. Sin embargo, ¿será por esa condición de privilegio, tal vez, que a veces se menosprecia lo que hacemos, y lo que hacen millones de compañeros, seres humanos también? ¿Y que más puede decirse del trato que reciben los miembros de otros seres no humanos?

En la vida pocas cosas son tan formativas y estabilizadoras, como la satisfacción lograda por el trabajo realizado con disfrute, bien terminado, de elevado sentido y significado para quien lo realiza. ¡Hablamos del trabajo, que hacen verdaderos ‘trabajadores’ a quienes lo realizan! ¡El beneficio emocional e intelectual, los logros y recompensas, parecen algo reservado a las personas, a la gente, a los seres humanos! ¿Podemos afirmar directamente, sin equivocarnos, que sólo los seres humanos trabajamos? ¿Estaremos acá también, entonces, haciendo un poco de comparación sobre el trabajo humano, y el no humano? ¡Un buen tema para revisarnos como humanos, y para revisar cómo es que vemos a los no humanos!

¿Cómo quedan los seres de otras especies, que realizan cosas parecidas a las que llamamos “trabajar”, sin que esperemos cosas grandes o sobresalientes de ellos? ¿Y sin que se les entienda, ni se les gratifique de igual manera a cómo hacemos con los humanos? ¡Esperamos comprensión de las sociedades defensoras de los ‘animales no humanos’!

Sorprende observar la eficiente actividad y organización de las hormigas, en sus cuevas y rutas de comunicación. La expresión “trabajar como hormiguitas” se refiere a una actividad laboral exitosa y maravillosa; pero ¿se considera despectiva hacia las hormigas? El concepto de trabajo humano no se aplica en el caso de las hormigas. Trabajar es conducta humana típica. En ninguna otra especie vemos el espectáculo creativo, de planificación, orden, organización y controles, como el de ambientes de trabajo humano. Además, se completa la idea de trabajo humano, al agregar el plano económico, la remuneración, el reconocimiento por lo hecho. Por esto, existe el chiste irónico de que: ¡“trabajar es una cosa tan mala, que hasta nos pagan por hacerlo”!

¿Queremos el éxito al trabajar? Entre las expectativas al trabajar, el éxito, la remuneración, el logro, son expectativas parecidas, casi generales, de las personas en todas las culturas. Las personas esperan, mayormente, obtener el éxito. Pero ¿cuál éxito? ¡Seamos más claros en este asunto del éxito! ¿Hablamos del éxito de la gente, o del éxito del trabajo?

En cualquier cultura, la mayoría desea triunfar en sus laborales. Ese el sentido positivo, saludable y armónico, de toda persona estable. Sólo una minoría, con problemas psicológicos, adaptativos, ideológicos, se resiste a lograr éxito mediante el trabajo formal. Hay quienes “trabajan mal”, con intención, para recibir un “beneficio” perverso (enfermizo) mediante el fracaso. De esta manera, se hacen las víctimas del trabajo. Otros pocos buscan fracasar en el trabajo, por razones delictivas, de odios, violencia o venganzas.

¿Podríamos creer que una hormiga u otro animal subhumano hagan un mal trabajo, con mala intención y despropósito? ¡Cuesta creerlo! ¡Tómenlo como chiste! No obstante, al remitimos a la actividad laboral con perspectiva y prejuicio humano, podría parecernos que los animales subhumanos no trabajan, no sufren ni disfrutan con lo que hacen, sino que sólo emprenden una serie de actividades limitadas, impuestas. Nos preguntamos: ¿Es posible que algún animal experimente “sentimientos” parecidos a los humanos, al trabajar? ¡Difícil aceptarlo! Quizás los perros caseros parecen “agradecernos” con “saltitos” y movimientos de sus colas, al “beneficiarles” con cariños “estilo humano”, o creemos que así se sienten bien…

¡Finalmente, concluimos con que el éxito laboral es factor clave en la salud mental, el éxito personal, la adaptación social y cultural, de los seres humanos! ¡Y disculpen los “flojos” para trabajar, porque no fue internacional si nos referirnos a ellos! El asunto laboral está más claro al considerar el tema de los beneficios, cuando vemos que al trabajar con éxito y disfrute, no perseguimos como fin único ser remunerados, sino que, básicamente, ¡debemos propiciar en nosotros la idea, dignificante, de que trabajar sea un beneficio para quien hace (con disfrute) el trabajo!

¿Existe el trabajo animal, entonces? ¡Ya hay base para contestarnos nosotros mismos!

 Hernani Zambrano Giménez

hernaniz@yahoo.com




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.