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(Foto referencial)

A juicio de Adelba Taffin, presidenta de la ONG Padres Organizados de Venezuela, la educación a distancia es una opción viable como medida preventiva ante la pandemia de COVID-19, pero solo si se garantizan los recursos necesarios para profesores y estudiantes, así como también una planificación pedagógica seria y adaptada a esa modalidad.

“Sí es viable implementar la educación a distancia, pero con planificación”, dijo al explicar que el Estado debe no solo asegurar los equipos tecnológicos necesarios, sino también planes de datos para docentes y alumnos. “El gobierno debe dejar de improvisar y asumir con seriedad la responsabilidad tan grande que significa la educación para un país”.

Hace una semana, el miércoles 26 de agosto, Nicolás Maduro informó que el inicio de las clases sería este mes, a través de plataforma virtuales. Su anuncio vino luego de recibir numerosas críticas sobre la propuesta inicial planteada  por el Ministerio de Educación, que contemplaba el regreso a las aulas de forma presencial.

“Las clases se van a reiniciar en el mes de septiembre vía online. He abierto un debate para ver qué les parece una modalidad que combine lo presencial con el Internet”, sostuvo Maduro en cadena de radio y televisión. En cuanto a la modalidad mixta a la que hizo referencia, se discute si sería implementada a partir de octubre de este año o enero de 2021.

En el caso específico de las clases a distancia, Padres Organizados de Venezuela manifestó su preocupación, tomando en cuenta que los resultados del programa “Cada familia, una escuela” impulsado por el gobierno no fueron satisfactorios. Según Taffin, ese plan no alcanzó ni siquiera al 40% de los alumnos “y quedó excluido más del 60% de los muchachos matriculados”.

La vocera de la ONG advirtió, además, que la ruptura de esa relación entre los estudiantes y las escuelas hace que se pierda el sentido de afectividad y continuidad en el proceso educativo, lo que podría derivar en el incremento de los niveles de deserción escolar y exclusión, los cuales antes de la crisis sanitaria ya eran alarmantes.

Clases presenciales cuesta arriba

Taffin es tajante al afirmar que la posibilidad de un regreso a clases de manera presencial es inviable porque en Venezuela no están dadas las condiciones para eso: la mayoría de las infraestructuras de las escuelas están notablemente deterioradas, más de 80% de los planteles no tienen agua y tampoco ha sido expuesto a los padres y representes cuál sería el protocolo de bioseguridad para evitar contagios de alumnos, docentes y el resto del personal.

“Si ellos (el gobierno) realmente quisieran acondicionar los planteles, han podido irlo haciendo durante todo este proceso de cuarentena”, consideró. “Siempre a última hora comienzan a decir que van a aplicar el plan ‘Una gota de amor para las escuelas’, que es pintar las paredes. Bueno, de la gota de amor no ha llegado ni a media gota por lo menos en Carabobo”.

Para la representante de Padres Organizados de Venezuela, durante la cuarentena por la pandemia ha habido una masiva, sostenida y reiterada violación del derecho a la educación por parte de la administración de Maduro.

Entre los padres la preocupación solo se ha incrementado ya que en cualquiera de los casos, a distancia, presencial o semipresencial, existen dificultades que impiden el acceso a la educación debido a la crisis del sector educativo preexistente antes de la llegada de la pandemia de COVID-19 al país.




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