Ya no dependerá solo de la aprobación de las gerencias de las cementeras o las acerías. El despacho de insumos de la construcción para el sector privado tendrá como parte de los requisitos la firma del ministro de Vivienda, Manuel Quevedo. La burocracia se incrementará, así como la escasez de materiales gracias a la conformación del Conglomerado de Empresas Productivas para Industrializar la Construcción de Viviendas, creado por el Gobierno.
Los procesos se alargarán. “Tardará más la procura de materiales, debido a las alcabalas y obstáculos que se impondrán y la ejecución y desarrollo de nuestros proyectos quedarán relegados”, aseguró el presidente de la Cámara de la Construcción de Carabobo, Luis Barón.
Se trata de una reingeniería que tiene como objetivo acabar con la reventa de insumos que es alimentada por plantas del Estado. Eso deja en evidencia que, pese a que el Ejecutivo maneja las empresas había una descoordinación. “No había una autoridad ni contraloría”. Ojala se elimine el mercado negro. Pero en concreto eso solo beneficiará al Ejecutivo y la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), que ha tenido preferencia en el suministro”.
El sector privado simplemente sentirá un impacto aún más negativo luego de tener 24 trimestres en caída, un registro inédito, que ha ubicado a Venezuela en el país de la región con menos aporte de recursos de la construcción al Producto Interno Bruto (PIB). Pero eso no solo obedece a la escasez de materiales, que se ubica en 80% en cemento y 65% en cabillas, sino a un tramado legal que no incentiva la inversión y las recientes medidas tampoco ayudarán.
