El mito según el cual los brasileños aprovechan el carnaval para olvidar todos sus males fue derribado hoy por las escuelas de samba del Grupo Especial de Río de Janeiro, que, en su primera noche de desfiles en el sambódromo, criticaron duramente autoridades y abordaron problemas del país.

La escuela Paraíso de Tuiuti, con un desfile titulado «Mi Dios, mi Dios, ¿está extinta la esclavitud?», denunció el prejuicio y los problemas que aún sufren los negros en Brasil, pese a ser mayoría de la población, exactamente 130 años después de la firma de la ley que abolió la esclavitud.

Esta escuela llevó al sambódromo una enorme carroza representando un moderno navío negrero en el que el presidente de Brasil vestido de vampiro, en una clara referencia a Michel Temer, comanda reformas neoliberales que violan los derechos de los trabajadores.

Y Mangueira, la sexta de las siete que desfilaron esta noche, aludió directamente a la crisis económica del país, que el año pasado comenzó a recuperarse de la recesión más profunda en varias décadas, y a los consecuentes problemas de financiación de las propias escuelas y del carnaval.

La escuela más popular de Brasil lanzó duras críticas al alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, un pastor de un grupo evangélico que considera el carnaval como pecaminoso, por su decisión de recortar los presupuestos para las fiestas y de darle poca importancia al evento más importante de Río.

Alcalde, pecado es no disfrutar el carnaval, decía un letrero en una de las carrozas de Mangueira, que exhibió una imagen del alcalde como Judas y del que dijo que no sabe lo que hace.

Mangueira y Paraíso de Tuiutí estuvieron entre las siete escuelas de samba que realizaron sus desfiles esta noche. Otras seis lo harán entre la noche del lunes y la madrugada del martes. Y el Miércoles de Ceniza, tras concluir el carnaval, será anunciada la vencedora del disputado concurso.

Dos de las escuelas que desfilaron esta noche hicieron homenajes a China y a India; otra, la Vila Isabel, saludada por el público como campeona, escenificó los grandes inventos de la Humanidad y las otras dos hicieron presentaciones sobre un popular presentador de tv brasileño y sobre la escuela de bellas artes de Río de Janeiro.

Cada una de las escuelas, con entre tres mil 500 y cinco mil integrantes, entre músicos, bailarines y figuras destacadas, todos con disfraces espectaculares, tuvieron entre 65 y 75 minutos para atravesar los 700 metros del sambódromo, una pasarela en la avenida Marqués de Sapucaí rodeada por tribunas para 75 mil espectadores.

Para reforzar el asunto escogido, las escuelas se ayudaron con sus disfraces, con las hasta ocho enormes carrozas alegóricas que empujaron en la avenida y con las diferentes alegorías con las que equiparon a sus diferentes alas (grupos de bailarines con el mismo disfraz), su comisión de frente y su batería (orquestas de percusión con hasta 300 músicos).

Y eso fue lo que hizo Mangueira, igualmente señalada por el público como una de las favoritas al título, en un desfile en el que recordó que en momentos de crisis como el actual los brasileños buscan soluciones creativas para eludir sus problemas económicos y mantener la alegría.

«Si te falta disfraz, te sobra alegría. Golpea la lata (tambor improvisado) para el pueblo sambar. Soy Mangueira mi Señor, no te enojes conmigo pero el pegado es no divertirse en el carnaval», cantaron al unísono los integrantes de la popular escuela.

«Con un tenedor y un plato yo construyo un tambor. Con palmadas acompaño mi canto laiálaiá. Soy un maestro en el arte de improvisar», cantó Mangueira en un desfile bautizado como con dinero o sin dinero yo me divierto.

Paraíso do Tuiuti puso en duda si la esclavitud fue extinta en Brasil con su desfile sobre la discriminación que aún sufren los negros y en que criticó las medidas económicas de corte neoliberal adoptadas por el Gobierno y que, en su opinión, perjudican a los más pobres y a los descendientes de los esclavos.

«Mi Dios, mi Dios, si lloro no te molestes. Por la luz del candelabro liberadnos del cautiverio social», cantaron los integrantes del grupo.

Los desfiles de esta noche los abrió Imperio Serrano, una tradicional escuela que tiene varios títulos pero que desde 2010 desfilaba entre las de segunda categoría.

En su regreso al grupo de elite, la escuela hizo un homenaje a otro imperio, el chino, en un desfile en que abundaron los guerreros de artes marciales, los budistas, los osos pandas, los dragones y otras figuras de la cultura y las tradiciones chinas.




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