Mitzi Capriles de Ledezma, la esposa del alcalde de Caracas detenido desde hace más de dos años, acudió hoy a la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, donde fue recibida por el alto comisionado, Zeid Ra’ad Al Hussein, a quien expuso los últimos eventos en la crisis de Venezuela.
El Gobierno venezolano no permite que el alto comisionado entre al país, pero eso no impide que nosotros, los opositores, le expongamos con documentos lo que está sucediendo, explicó Capriles en declaraciones a Efe luego de la reunión.
Sostuvo que pese a las presiones que sufre, la oposición persistirá en sus esfuerzos para que el mundo mantenga su atención sobre Venezuela y que los gobiernos, especialmente del hemisferio americano, «se den cuenta de que Venezuela necesita una mano».
No queremos una injerencia militar, sino una presión moral, y que se bloquee la venta de armas, explicó.
Venezuela está viviendo una dictadura ante la que el mundo no puede ser indiferente, porque no se puede permitir que se establezca un bodrio comunista como en Cuba, agregó Capriles, para quien Ginebra fue la última etapa de un viaje a Europa que la llevó antes a Madrid y Bruselas.
En esas capitales, la activista participó en eventos sobre la crisis en Venezuela, donde la violencia en torno a las manifestaciones, que se iniciaron hace 70 días y varias de las cuales desencadenaron en violencia, ha dejado 67 muertos y más de un millar de heridos.
Antonio Ledezma, el alcalde de la capital, lleva dos años y un mes en detención domiciliaria, tras haber pasado tres meses en una prisión militar.
