Foto: Las Mayores

Una de las cualidades que han destacado los jugadores de la selección de los Estados Unidos como clave del éxito ha sido la unidad del equipo. Con dos semanas jugando juntos desde que iniciaron todo en la Florida con juegos de exhibición, los peloteros del país anfitrión han exhibido un nivel de emociones poco visto en Clásicos anteriores.

«El equipo que se ha creado es una unidad cohesiva. Todo el mundo quiere apoyar al otro», dijo Adam Jones, figura clave en la selección hasta ahora tanto al bate como a la defensa. «No es como ‘Yo, yo, yo’. Todo lo que se ha hablado en ese clubhouse ha sido ‘Nosotros’ y ves el sacrificio que están haciendo los individuos por el bien del equipo».

El martes en el Dodger Stadium, Jones y el resto de sus compañeros volverán a poner a prueba el buen ritmo de la escuadra estadounidense, contra Japón en la segunda semifinal de Clásico Mundial de Béisbol.

El partido será a las 6:00 p.m. hora local, 9 p.m. Hora del Este en EE.UU. El ganador se medirá a Puerto Rico en la gran final el miércoles por la noche.

Los Estados Unidos avanzaron a la semifinal gracias a su victoria sobre la República Dominicana el sábado en el cierre del Grupo F en San Diego. Con récord global de 4-2 en el torneo, la tropa de Jim Leyland tratará de hacer lo que ningún equipo de EE.UU. ha podido lograr en la historia del evento: Llegar hasta la final.

En el 2009, la única participación de los Estados Unidos en una semifinal, Japón derrotó al anfitrión aquí mismo por 9-4, rumbo a su segunda corona seguida en el evento. Aunque los protagonistas son diferentes ahora, los jugadores de EE.UU. saben que pueden esperar a una selección de Japón que domina bien los fundamentos.

«Lo que sabemos de ellos es que juegan de una manera bien limpia», dijo Jones. «Avanzan a los corredores. Batean detrás de los corredores. No cometen muchos errores a la defensa. Son un equipo bien, bien sólido en cuanto a los fundamentos».

Para el partido del martes, Leyland enviará a la lomita al abridor Tanner Roark. En su única presentación hasta ahora en el Clásico, el derecho de los Nacionales de Washington fue apaleado por la selección dominicana el 11 de marzo, cuando permitió tres hits-incluyendo un jonrón — y tres carreras en apenas 1.1 entrada.

Sin embargo, Leyland espera mejores resultados en esta oportunidad.

«Batalló un poco», reconoció el piloto. «Pero creo que merece esta apertura; no hay duda en mi mente. Me siento muy bien con eso.

«Él se ofreció para este evento y lo voy a poner a lanzar. Me siento muy, muy cómodo con eso».

De su parte, Roark entiende la importancia de su asignación.

«Definitivamente, es un partido crucial para mí y para el resto de los muchachos en el clubhouse», dijo el serpentinero de 30 años, quien viene de ganar 16 juegos en el 2016 con los capitalinos. «Vamos a salir a hacer lo nuestro, jugar en conjunto, divertirnos y darlo todo en el terreno».

JAPÓN, UNA SELECCIÓN ACOSTUMBRADA A GANAR
Japón, ganador de los primeros dos Clásicos Mundiales en el 2006 y el 2009, perdió en la semifinal de la edición del 2013 ante Puerto Rico. El «Samurái» del 2017 impuso su ley en las primeras dos rondas, ganando cada uno de sus seis juegos, todos en el Tokyo Dome.

Ahora, después de seis días de espera, los japoneses volverán a jugar un partido de importancia. «Por fin, está aquí», dijo el jardinero Yoshitomo Tsutsugoh, quien encabeza a la selección con tres jonrones y está empatado en el primer lugar del equipo con ocho empujadas. «Hemos hecho todo lo que hemos podido hacer».

Efectivamente, Japón sobre-anotó a la oposición por 46-22 en sus seis juegos en su país, con un bateo colectivo de .319/.401/.524 y un pitcheo que hizo suficiente con efectividad de 3.38.

Para el encuentro del martes, el manager Hiroki Kokubo contará con el derecho Tomoyuki Sugano como su abridor. El serpentinero de 27 años, perteneciente a los Gigantes de Yomiuri, lleva efectividad de 5.40 en 8.1 entradas. Pero al igual que Leyland con Roark, Kokubo tiene plena confianza en su lanzador para la semifinal, pese a los resultados recientes.

«Confío en él», dijo el capataz. «Entre nuestros lanzadores, él es el mejor, así que vamos confiar en él. Provoca muchos rodados de out y tiene buen control; tira a las esquinas».

Con información de Las Mayores




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