Estados Unidos se clasificó a su primera final de un Clásico Mundial de béisbol, que disputará este miércoles ante Puerto Rico, al derrotar la noche del martes a Japón con marcador de 2-1 en las semifinales del torneo.
La otra semifinal la había asegurado el equipo boricua con victoria de 4x3 sobre Holanda.
Un buen trabajo del cuerpo de lanzadores y oportuna ofensiva en el octavo inning para marcar la carrera del triunfo, le dieron a los locales su primera presencia en una final, de las tres que se han jugado hasta el presente.
Japón había ganado los dos primeros Clásicos celebrados en 2006 y 2009, mientras en 2013 se impuso República Dominicana, eliminada por Puerto Rico en segunda ronda de este torneo.
Los estadounidenses del mánager Jim Leyland le cortaron la racha invicta de 6-0 que llevaba Japón en esta edición, desde la primera ronda.
Con 33.462 espectadores en el estadio, casi la mitad de ellos de la nutrida comunidad japonesa en Los Angeles, el partido comenzó bajo una fina llovizna, luego de que dos estrellas de los Dodgers, Hideo Nomo y Tom Lasorda, hicieran los lanzamientos de honor.
Los abridores, Tanner Roark por Estados Unidos y Tomoyuki Sugano por Japón, caminaron sin daños el primer tercio del juego, aunque los nipones estuvieron amenazando siempre al dejar un hombre en base cada entrada.
Pese al dominio de Sugano, fue Estados Unidos el primer en sacar el hielo de la pizarra del Dodger Stadium al marcar una carrera, remolcada por sencillo de Andrew McCutchen al bosque derecho.
Luego de un out por la vía del ponche a Adam Jones, Christian Yelich se embasó por error del segunda base Ryosuke Kikuchi y boleto a Eric Hosmer, con otro 'chocolate' intercalado, el segundo de Nolan Arenado en el juego.
Minutos después, McCutchen llevó a Yelich a la goma desde segunda con una sólida línea al bosque izquierdo.
Japón no cedió la presión, y su fanaticada se mantuvo todo el tiempo animando a su equipo, y en la parte baja del sexto lograron el empate con un jonrón de Kikuchi, quien se desquitó así del error que dio a la carrera estadounidense en el cuarto.
Kikuchi le pescó una recta a Nates Jones, quien había entrado de relevo por Roark, para depositar la pelota detrás de la barda del jardín derecho.
Andrew Miller, el relevista de los Indios de Cleveland, se hizo cargo de la lomita local y logró sacar los dos siguientes outs.
Con el partido empatado 1-1, el veloz Kodai Senga relevó a Sugano y liquidó el séptimo capítulo yanquee a ritmo de conga, con tres ponches en fila Hosmer, McCutchen y Posey.
Los estadounidenses aprovecharon un parpadeo de Senga y le marcaron la carrera decisiva para el 2-1, al ligar sencillo de Brandon Crawuford, doblete profundo al centro de Ian Kinsler y rolata a tercera de Adam Jones, que le abrió las puertas de la goma a Crawford.
Los relevistas estadounidenses supieron sortear las amenazas japonesas en el octavo y noveno episodios, para conseguir el importante triunfo.
La victoria del partido correspondió a Sam Dyson (1-0) con salvamento a la cuenta de Luke Gregerson, en tanto el relevista Kodai Senga cargó con el revés.
De esta forma, Puerto Rico, que ya fue finalista el pasado Clásico, y Estados Unidos, jugarán el miércoles en el Dodger Stadium de Los Angeles una final inédita, desde las 18H00 locales (01H00 GMT del jueves).