La fractura en la base del cráneo causada por el impacto contra la acera al caer tras ser arrollado el 29 de junio de 1919, en Caracas, fue la causa de la muerte de José Gregorio Hernández, de quien el Vaticano anunció el pasado viernes 19 de junio su beatificación. Este lunes se cumplen 101 años del trágico accidente.
El beato murió a los 54 años tras su arrollamiento en la esquina de Amadores, en la parroquia La Pastora, Caracas, cuando cruzaba la calle, luego de comprar medicinas para una persona enferma.
El suceso quedó registrado como el segundo accidente automovilístico en el que un peatón perdía la vida en Caracas. El primero tuvo lugar en julio de 1913, en la esquina de Doctor Paúl y se estima que una centena de vehículos transitaban las calles de la capital a principios del siglo XX.
El biógrafo Alfredo Gómez detalla que quien manejaba el automóvil era el médico dental Fernando Bustamante, quien tenía entonces 25 años de edad, con licencia de conducir número 444, certificada por la Gobernación de Caracas.
“El golpe fue seco. El cuerpo queda inmóvil bañado en un charco de sangre. Apenas se reconoce su rostro desfigurado. Su aspecto es lamentable. El impacto contra la acera le produce una fractura en la base del cráneo”, cuenta Marcel Carvallo Ganteaume, familiar del médico trujillano, en su libro José Gregorio Hernández, un hombre en busca de Dios.
El accidente ocurrió a las 2.00 de la tarde de ese domingo.
El doctor Hernández llegó al Hospital Vargas, ubicado muy cerca del lugar del accidente, sangrando por la narices y por las orejas. Una pequeña herida en la sien sangra abundantemente, revela Carvallo.
El informe forense que presentó el doctor Luis Razzeti, amigo de José Gregorio, quien cuando llegó al centro asistencial lo encontró muerto, señala también lo mismo.
Por otra parte se confirmó que además de la fractura en la base del cráneo y el sangramiento en la cara, el especialista constató también que presentaba edema bajo los párpados y moretones en las piernas por encima de la rodilla.
Leer información completa en La Verdad