Algunas acciones agresivas expresadas por otros contra nosotros pueden advertirnos sobre dificultades que, al contrario, no se aclararían o podrían aumentar si tales acciones hubiesen sido -al contrario- ocultadas, manipuladas, complacientes, y engañosamente a nuestro favor.

La enemistad de un opositor y hasta la del más frontal enemigo, puede ayudarnos, porque sus críticas nos permiten descubrir muchos de nuestros defectos. El filósofo griego Plutarco sostenía que no había mejor “medicina natural” que mantenerse en el silencio, para responder a la violencia directa, o inclusive al más sutil de los ultrajes. Tragar ‘largo’, oxigenarnos, administrar hábilmente la respiración, y exponerse con moderación a un agresor insistente, son grandes y útiles virtudes de las personas sabias y preparadas, que no se dejan llevar ni manipular por las provocaciones, o cuando están ante amenazantes pasiones desbordadas.

Siempre se ha considerado una posición inteligente contestar a una afrenta sin entonación extraña de la voz, sin palabras ofensivas, sin contorneos gestuales o posturas retadoras; éstas son vías sabias para resolver problemas: “Nada hay más digno y más estimulante que mantener la paz ante un enemigo descontrolado que nos injuria”, decía el griego. Si queremos bajar el ánimo de quien nos odia, de quien nos provoca, no le devolvamos los insultos, no señalemos sus errores, aunque los haya cometido en grandes cantidades: Al contrario, mostrémonos moderados y pasemos por alto las ofensas recibidas. Si no podemos callarnos, alejémonos de los hechos que censuramos, para no terminar usando las mismas actitudes y conductas que intentamos condenar. “Cómo pretender ser médico de otros, cuando uno mismo está lleno de llagas”. ¿Qué tal si nos rodeamos de amigos auténticos y de enemigos ardientes? Los primeros estarán pendientes de advertirnos al equivocarnos; y los segundos, al criticarnos, nos mostraran los errores. En estos casos el beneficio será de todos; por eso, recordemos que las críticas pueden ayudarnos…

Demos gracias a quienes nos leen. Gracias a todos. Y no se olviden de hacernos muchas críticas, y echarnos tantas descargas como estimen necesarias. ¡Estaremos por siempre agradecidos!

Hernani Zambrano Gimenez, 2019.




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