Jexica Yamire Ramírez Taborda, de 44 años, fue hallada muerta en el rio El Ingenio, de Guatire, con signos de estrangulamiento y parcialmente quemada. Sus hermanas provenientes del barrio 23 de Enero, en Maracay, estaban este miércoles en la morgue de Bello Monte, solicitando ayuda para trasladar el cadáver porque carecen de recursos económicos y denunciaron que el hijo adolescente de la víctima, está desaparecido.
Jexica salió de Maracay hace dos años, junto con su pareja, un vigilante de 54 años de nombre José, y su unigénito Eduardo José Mendoza Ramírez, de 13 años. A los familiares les dijo que estaba residenciada en Caracas pero ninguno vino a visitarla.
Se comunicaba con su madre por el teléfono de una persona que se lo prestaba, la última vez que la vieron fue en diciembre de 2017, cuando los visitó y prometió volver en Semana Santa.
Jexica tenía una discapacidad intelectual, no sabía leer ni escribir, al igual que su hijo. El muchacho estudiaba en un colegio especial en Maracay, según manifestó su hermana Eglis Blanco.
El 21 de mayo recibieron un mensaje de texto indicándoles que fueran a buscar a Yexica a la morgue de Bello Monte, porque estaba muerta. El mensaje provenía del mismo número del teléfono desde el cual se comunicaba Yexica cuando llamaba para conversar con su madre.
La familia no conoce al dueño de ese teléfono. Inmediatamente viajaron dos hermanas a Caracas y reconocieron a Yexica.
El cuerpo estaba en la morgue desde el 2 de mayo. La mujer había sido estrangulada y quemada en un 40% de la superficie corporal. Desconocen el paradero del adolescente que vivía con su madre, ni del vigilante que era su pareja desde hacía seis años.
El 13 de mayo, Día de la Madre, una tía recibió un mensaje de felicitación supuestamente enviado por Yexica, quien no sabía escribir.
La persona que les avisó de la muerte de Yexica les dijo que el adolescente está en una oficina de la Lopna en La Guaira. El ó la desconocida no atiende llamadas y alega que el teléfono solo recibe y envía mensajes de texto.
Autoridades locales de Maracay colaboraron con los familiares para que la enterraran allá, pero tuvieron que suspender el acto porque el cementerio Primavera está intervenido, debido a una investigación por venta ficticia de fosas y hurto de osamentas.
Un pariente les concedió una fosa en el cementerio de Los Teques, pero les falta la urna, que trataban de conseguir en Bello Monte.
