Foto: LasMayores.com

Al igual que la gran mayoría, el venezolano Eugenio Suárez no sabe qué pensar cuando ve su nombre entre los líderes de las Grandes Ligas en WAR (Victorias Por Encima Del Reemplazo, por sus siglas en inglés) a estas alturas de la temporada.

«No les presto atención a esas cosas», dijo con una sonrisa el amable tercera base de los Rojos. «Sólo trato de jugar bien cada día y trabajar. No pienso en eso. No quiero pensar en que soy uno de los mejores antesalistas en este momento, porque no sé qué pasará en el futuro».

OK, está bien. Pero es en serio: antes de que comenzase la jornada del jueves, Suárez encabezaba a la Liga Nacional en WAR de Baseball Reference con 2.3. Estaba por encima de Ryan Zimmerman (2.1), Bryce Harper (2.1) y Freddie Freeman (2.1). Sobre todo el mundo.

¿De dónde salió esto? ¿Es de verdad?

La segunda parte de la pregunta se responde fácilmente: no, Suárez probablemente no vaya a luchar por el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional esta temporada. Pero el jugador de 25 años ha terminado con las dudas sobre su capacidad para mantenerse en la tercera base y ha aprovechado un recurso muy especial que tiene disponible dentro del mismo clubhouse de los Rojos.

La respuesta a la primera pregunta, por su parte, se reduce a dos puntos claves:

1. Suárez se ha visto fantástico en la tercera
Quizás el WAR sea culpable, como han sugerido algunos, de darles demasiado valor a unas métricas defensivas que, al fin y al cabo, son imperfectas. Pero bien sea que te guíes por los números o por tu propia vista, nadie puede negar que Suárez no se parece en nada al defensor que era hace un año.

Un ex campocorto que se movió a la tercera base para darle paso a Zack Cozart, Suárez cometió 23 errores el año pasado y aportó una carrera defensiva salvada, de acuerdo con Baseball Info Solutions. No es que estuviera terrible, pero no estaba posicionando bien sus piernas para tirar, no contaba con la experiencia para saber qué esperar de cada bateador y su enfoque no siempre fue el mejor.

Este año, Suárez encabeza a todos los antesalistas de las Mayores con siete carreras defensivas salvadas y ha cometido un solo error en 269 innings.

«Un progreso milagroso», es como describe el manager de los Rojos, Bryan Price, el trabajo defensivo de Suárez.

Gran parte del crédito se lo lleva el coach del infield de Cincinnati, Freddie Benavides, quien el año pasado cambió la rutina de Suárez antes de los juegos y lo puso a manejar rodados arrodillado, fildeando balines bateados de cerca por Benavides. También le recomendó enfocarse más en el movimiento de sus pies.

«Al principio pensé que (el traslado a la tercera) iba a ser fácil, porque eran los mismos rollings», dijo Suárez. «Pero cuando juegas tercera, te das cuenta de que los rollings no son iguales. La bola viene más rápido y con un ángulo distinto. Mi primer año en tercera no fue bueno defensivamente. Por eso es que he trabajado tanto en mi movimiento de pies, para poder estar en mejor posición».

2. Suárez es más paciente en el plato
Suárez no sólo ha hecho su trabajo para conocer mejor a los bateadores contrarios. También ha aprendido a conocerse a sí mismo.

El venezolano bateó 21 jonrones y 25 dobles el año pasado, así que el poder exhibido hasta ahora (siete jonrones y siete dobles en 110 turnos) no viene completamente de la nada. Pero esta vez tiene un porcentaje de embasarse de .395, comparado con .317 hace un año. Debido a que les está haciendo menos swings a lanzamientos fuera de la zona de strike (21.7% este año contra 26.6% en el 2016), ha disminuido su tasa de ponches en un 7% y ha aumentado los boletos en un 3%.

¿Un infielder de los Rojos con un plan paciente en el plato? A ver, ¿por qué suena conocido?

«Cuando ves a Joey Votto bateando, sabes cómo lo hace», dijo Suárez. «Está súper enfocado. Siempre. Me habla sobre cómo elegir un pitcheo, no importa cuál sea, y esperarlo».

Suárez y Cozart, cuya tasa de boletos se ha duplicado este año, se están beneficiando de la evolución de Votto en su rol de líder y en el énfasis que están haciendo los Rojos como organización, dirigido por los coaches de bateo Don Long y Tony Jaramillo, en la importancia de la selectividad.

Sí, Suárez generaba poder en el pasado. Pero a un precio muy caro.

«Puedes notar que cuando le está yendo bien es que está bateando hacia el centro y entre el jardín central y derecho, que no está tratando de pegarle con la parte gruesa del bate a cada pitcheo, porque eso es lo que lo hace vulnerable», dijo Price. «Eso es madurez. No necesita estar buscando jonrones. Creo que entendió eso».

Suárez ha aprendido a dejar que los números vengan solos. Entonces, no se emociona mucho por su inesperado puesto entre los líderes en WAR, aunque valora que se lo mencionen y se ríe cuando escucha que un usuario en Twitter sugirió que ahora deberían referirse a él como Eugenio WARez.

«Si encabezas algo, te sientes bien», dijo Suárez.

El sitial que ocupa Suárez en el liderato puede parecer confuso, pero el joven les ha dado a los Rojos muchos motivos para sentirse bien con su trabajo.ç

Con información de Las Mayores




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