El presidente de Bolivia, Evo Morales, a quien deben extirparle en abril un nódulo benigno en Cuba, estuvo ausente este miércoles de una ceremonia pública «por su estado de salud», señaló el ministro de la Presidencia, René Martínez.
Morales, que hace una semana reveló que soportó un dolor «insoportable» que no lo dejaba dormir, por lo que buscó atención médica en Cuba, debía encabezar una ceremonia en la casa presidencial en honor a un sindicato de gremiales.
Martínez pidió disculpas por la ausencia del mandatario en la ceremonia, «una por su estado de salud y otra porque debe seguir cumpliendo una agenda programada para este miércoles en el gabinete ministerial», que se realizaba en el mismo recinto.
Desde que retornó de un tratamiento médico preliminar en La Habana, Morales no había dejado de participar en entregas públicas de obras, a pesar del malestar de garganta y pecho, y las recomendaciones médicas.
Según la ministra boliviana de Salud, Ariana Campero, el gobernante, de 57 años de edad, adolece de «una tumoración benigna, no maligna» de 1 a 2 milímetros.
El gobernante boliviano fue sometido a principios de mes en Cuba a una revisión médica, tras padecer recurrentes dolores en la garganta en las últimas semanas, que lo habían dejado afónico.
Desde que asumió en 2006, Morales fue operado dos veces por problemas en su rodilla a causa de su afición por el fútbol, y otra vez en la nariz para hacerle un correctivo en la fosa, que le impedía respirar correctamente.
