Cuatro años suspendido es suficiente, por eso la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela, está solicitando que se reactive el programa de trasplantes de donantes fallecidos, pues hay cientos de personas esperando para mejorar su calidad de vida.
Jorge Altuve, coordinador educativo de esa organización, estima que en ese tiempo de paralización, unas 900 personas pudieron haberse beneficiados con un trasplante, si el programa se hubiese mantenido activo.
En declaraciones al programa En Contexto, de Unión Radio, Altuve expresó que la suspensión del programa la hizo la Fundación Venezolana de Donantes y Trasplantes de Organos, Téjidos y Células, porque hace cuatro años en el país no había inmunosupresores.
Precisó que los inmunosupresores son medicamentos que se le deben administrar a los trasplantados, para que el organismo no rechace el nuevo órgano. Existen dos tipos, los que se deben administrar de forma inmediata, y los que deben usar de por vida. Para el momento de la suspensión del programa, no había los de acción inmediata, y todavía no los hay.
Altuve manifestó que hace cuatro años, Fundavene aseguró que el programa se iba a reactivar a corto plazo, pero todavía no lo ha hecho.
En su opinión, con la suspensión del programa se está vulnerando el derecho a la salud, consagrado en la Constitución, el cual debe garantizar el Estado.
