Al menos cinco personas murieron y otras diez resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en una céntrica calle de Mogadiscio este domingo.
El atentado, reivindicado por el grupo yihadista Al Shabab, iba dirigido contra un convoy de altos funcionarios del Gobierno, pero, al parecer, los terroristas erraron en su plan y todas las víctimas son civiles.
El coche explotó en la calle Maaka al Mukaram, una concurrida vía con numerosos comercios y uno de los mercados más conocidos de la capital somalí.
Los heridos fueron trasladados a centros médicos, pero algunos de ellos se encuentran muy graves, por lo que se teme que pueda aumentar el número de víctimas mortales.
En los últimos meses, Al Shabab ha perpetrado numerosos ataques contra hoteles y restaurantes de la capital en los que han muerto decenas de civiles.
El pasado abril, el nuevo Gobierno somalí declaró el «estado de guerra» en el país para acabar con Al Shabab, que todavía controla amplias zonas del sur y el centro, y ofreció una amnistía a los terroristas que quieran rendirse.
Según un reciente informe de Naciones Unidas, Al Shabab sigue teniendo capacidad para efectuar acciones a gran escala tanto dentro como fuera de Somalia y la situación de la seguridad en el país africano «no ha mejorado».
