A los 60 años murió con síntomas asociados a la COVID-19 el abogado Martín Antonio Soto Reyes, quien dictó clases en la Universidad Arturo Michelena y en el politécnico Santiago Mariño.
El profesional del derecho nació en Tinaquillo, estado Cojedes, pero desde pequeño se radicó en Valencia, donde estudió y se formó como abogado en la Universidad de Carabobo.
El abogado penalista se desempeñó como defensor público de presos. Estuvo casado con Graciela Giménez, con quien procreó un hijo que ahora es sicólogo.
Contrajo el COVID-19, pero no llegó a ser hospitalizado, por lo que murió en su casa.
Carol Colmenares, presidenta de Relaciones Interinstitucionales del Frente Nacional de Abogados de Venezuela, citó que Soto Reyes formó parte de la agrupación A Una Sola Voz, Patrimonio Cultural del Colegio de Abogados de Carabobo.