Basyl Macías murió el 15 de septiembre. (Foto Andrés Galindo)

La mañana de este miércoles falleció nuestra querida compañera la periodista Basilisa Elena Macías Vilchez, producto de deficiencias renales que le había causado el Lupus Eritematoso Sistémico que se le había diagnosticado hace 12 años.

Tenía 60 años y estaba recluida en el Servicio de Emergencia de la Ciudad Hospitalaria Doctor Enrique Tejera, donde se esperaba que le aplicaran diálisis pero no ocurrió.

Macías ingresó al diario El Carabobeño en el año 1994 y permanecía activa hasta hace pocos días cuando su salud comenzó a menguarse. Estaba casada con Jesús Navas con quien procreó a su único hijo Jesús Alberto Navas Macías.

Los últimos años no habían sido fáciles para ella emocionalmente. El 16 de septiembre del año pasado murió su madre Ana Margarita Vílchez de Macías y el 21 de junio de 2021, su padre José Napoleón Macías.

Nativa de Cabimas, estado Zulia, Basilisa, a quien sus familiares llamaban cariñosamente “licha”, no estaba conforma con su nombre. Un día lo comentó en la redacción de El Carabobeño y el periodista Hugo Hernández le sugirió que se hiciera llamar solo Basyl, y le encantó.

Buena persona, amable, cariñosa y colaboradora fueron algunas de las características que la identificaban. Por muchos años estuvo al frente de la mesa de redacción de El Carabobeño, donde recibía a la gente con la amabilidad que la caracterizaba.

Antes de ser periodista Basyl era cantante. En una entrevista que le hizo Ignacio Alen, para El Carabobeño comentó que desde pequeña le encantaba cantar y sus familiares siempre la apoyan en eso.

Cuando cursaba secundaria participó en un festival de canto, donde si bien no ganó, estuvo entre los primeros lugares. Una vez que comenzó a estudiar comunicación social en la Universidad del Zulia, pasó a formar parte del grupo América y posteriormente del Grupo de Música Latinoamericana “Nosotros”.

En una de las presentaciones del grupo Nosotros en la Costa Oriental del Lago, la vio Pedro Rondón Hazz, exmagistrado de la extinta Corte Suprema de Justicia, quien aupó a la agrupación a presentarse en Valencia.

En la casa del exmagistrado fue cuando yo la conocí, porque me encomendaron entrevistar a la agrupación. Basyl era una de las que más intervenía y siempre sonriente respondía todo lo que yo preguntaba.

Al poco tiempo y por recomendaciones de Rondón Hazz, formó parte del equipo de El Carabobeño y comenzó la amistad con todos los trabajadores que hoy lloran su partida. En el diario formó parte de la coral que dirigió el tenor Angel Linares.

Duele en al alma reseñar la partida física de las personas queridas. Primero Raúl Albert, después Chichí Hurtado, Alfredo Fermín, Pablo J Hernández y ahora nuestra querida Basilisa, quien tenía esperanzas de que iba a salir con vida de la Chet, pero no fue así.

Una hermosa persona sin dudas. (foto Andrés Galindo)

Carolina González, jefe de Redacción, al igual que con Alfredo, estuvo con ella asistiéndola en lo que podía. La llevó al Hospital Carabobo y luego a la Chet tratando de que recuperara su salud, pero todo fue en vano.

En El Carabobeño y en el gremio periodístico en general estamos tristes porque perdimos una gran persona. Pedro Rondón Hazz tuvo palabras de elogios hacia ella, pues la consideraba miembro de su familia.

En los 27 años que estuvo en El Carabobeño, Basilisa recibió reconocimientos como periodista, por parte de distintas instituciones públicas y privadas. La directiva del diario también premió su labor en varias ocasiones, en medio de las celebraciones aniversarias.

Las comunidades tenían en ella una vocera de sus problemas, pues su gran sensibilidad humana la hacía que siempre estuviera pendiente de ellas para publicar sus denuncias.

Su hermosa voz permanecerá en el recuerdo y en los corazones de quienes la quisimos, pues en cada reunión social que asistía, se le pedía que cantara un bolero o una balada y de inmediato lo hacía con cariño.

 

 

 




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