María Grance está desesperada. Cada vez son peores las noticias que recibe de su hermano quien ya tiene dos años y tres meses en un calabozo de la delegación Plaza de Toros del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) donde, según aseguró, hay una proliferación de enfermedades que no son tratadas.
Ella relató que ya hay un caso confirmado de tuberculosis, otros sospechosos, escabiosis, VIH y cáncer, como parte de las patologías que enfrentan estos 80 hombres que se encuentran hacinados en una habitación del lugar.
Es un drama que mantiene a sus familiares en angustia y zozobra ante la falta de respuesta. “La vida de nuestros familiares está en juego y salud física y emocional de nosotros también”, expresó Carolina Sanabria, hermana del recluso Carlos Sanabria.
Retardo procesal
Entre dos y tres años en promedio tienen estos detenidos esperando que sus procesos avancen. En muchos casos no han tenido ni la primera audiencia de juicio, mientras que otros han enfrentado continuos diferimientos.
“El Código Orgánico Procesal Penal tiene capítulos que establecen los tiempos para la realización de las audiencias y se están pasando. Ya ellos debieron estar en juicio”.
Estos 80 privados de libertad están detenidos por casos de violencia por lo que, durante la mañana de este martes, sus familiares protestaron en las puertas del Palacio de Justicia de Valencia y entregaron a un representante del tribunal correspondiente un escrito con las peticiones de los reclusos.
“Es hora de que el tribunal de juicio de violencia empiece a trabajar para que nuestros familiares ejerzan su derecho a la defensa”.
