Familiares de Darwin Pérez Clemente (31) niegan que el hombre se hubiera enfrentado con funcionarios del Cicpc la tarde del viernes, en su residencia ubicada en el barrio Bolívar de Petare, y aseguran que los policías simularon el hecho.
Brenda Muñoz dijo que su esposo vendía frutas en la plaza El Cristo, de Petare, nunca tuvo armas, no estuvo detenido y dejó dos hijos, de 8 y 5 años.
Muñoz contó que aproximadamente a las 5:00 de la tarde irrumpieron los funcionarios, persiguiendo a Pérez Clemente y le dispararon cuando llegó a la platabanda. Luego se lo llevaron al hospital del Llanito, y lo ingresaron sin documentos.
La mujer relató que durante el tiroteo en la calle había niños y mujeres que tuvieron que resguardarse ó lanzarse al piso. A una vecina que intentó defender a Pérez Clemente la despojaron de las llaves de su casa y la obligaron a acudir al despacho policial para devolvérselas.
Familiares de Winder Enrique Hernández (27) también negaron que el hombre se hubiera enfrentado el miércoles con la policía en el barrio Nuevo Horizonte, de Catia, pero por temor a represalias no se identificaron.
Dijeron que los funcionarios llegaron a la vivienda, buscando a Hernández, como no estaba se llevaron a su madre y a una hermana de 13 años y dejaron una vigilancia en la zona. Winder decidió entregarse, y cuando llegaba en moto con su esposa, fue interceptado.
A la mujer la golpearon porque se resistía a separarse del marido, a el se lo llevaron y posteriormente lo ingresaron en el hospital periférico de Catia, con dos disparos en el pecho.
El jueves les indicaron que buscaran el cadáver en la morgue y a la madre la dejaron en libertad junto con su hija menor.
Winder vivía en La Silsa (Catia) y vendía pan árabe.