Familiares del inspector retirado de la Policía Metropolitana, Jesús Hilario Amarista Córdova (42), asesinado el pasado lunes en Caricuao, temen que funcionarios influyentes manipulen el expediente y logren la liberación de los presuntos implicados en el crimen.
Por el asesinato de Amarista Córdova, quien se dedicaba a trabajar como escolta privado, están sindicados cinco menores de edad, uno de 13 años (autor intelectual), hijo de la víctima, otro de 15, dos de 16 y uno de 17.
Arianna Amarista, hija del inspector, aspira que se cumpla la ley y los responsables paguen por su crimen.
Extraoficialmente se supo que una fiscal del Ministerio Público, tía del autor material del asesinato, un joven de 16 años, estaría influyendo para desviar las investigaciones y lograr la libertad de su sobrino, quien está detenido con otro de su misma edad, uno de 15 años y otro de 17, ya que el muchacho de 13 años fue puesto en libertad por haber sido calificado como un niño.
En vista de que el joven cumple los 14 años el último día de abril, esperan que puedan apelar a esa libertad condicional y sea juzgado como adolescente. Actualmente se encuentra con su madre en El Valle.
El muchacho tenía apenas un mes viviendo al lado de su padre porque desde los tres años fue criado por su abuela y una tía, en vista de que la madre lo tenía muy descuidado, desnutrido y sin chequeo médico.
Cuando se dio cuenta de que el menor andaba con malas compañías, el padre le reclamó y empezó un conflicto entre ellos. El joven hurtó la pistola de Amarista y se la dio a unos amigos, cuando el escolta lo descubrió obligó al hijo a llevarlo a recuperar la pistola, y cuando esperaban en la avenida principal de Ruiz Pineda, sector UV-9 de Caricuao, frente al bloque 21-22, llegaron los adolescentes y con su misma pistola lo mataron. El arma Sarsilmarz calibre 9 mm había sido vendida en 100 dólares. Los jóvenes huyeron, el autor material le entregó la pistola a otro joven de 16 años, en cuya vivienda fue recuperada por las autoridades.
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