(Foto referencial /cortesía)

Para poder costear los gastos del entierro de Delvis Alberto Olivo Vásquez, obrero, de 26 años, sus familiares tuvieron que desprenderse de una serie de pertenencias, pedir colaboración y esperar por transferencias de los parientes que se fueron a trabajar a otros países.

Olivo Vásquez vivía en la Torre 27 del urbanismo Ciudad Tiuna, en terrenos del Fuerte Tiuna, y murió en un supuesto enfrentamiento con funcionarios del Cicpc, el miércoles después del mediodía, en Las Mayas, cuando tripulaba una moto Suzuki color negro, propiedad de un amigo que se la prestó.

Ayer sus familiares estuvieron en la morgue, aceptaron contar su historia pero con la condición de no dar sus nombres ni permitir fotografías porque tienen miedo.

Estaban indignados porque Delvis Olivo tenía planes para irse del país esta misma semana, había hecho un curso de barbería y en Perú lo esperaban amigos que están trabajando en esa actividad y “les va muy bien”. Para hacer los trámites en la morgue llevaron el pasaporte del difunto porque había perdido la cédula de identidad, la cual pensaba sacar este viernes.

Delvis Olivo era mototaxista y obrero, padre de dos niños (una hembra de ocho años que tiene una discapacidad intelectual muy leve) y un varón de siete años.

La niña está muy alterada, ella dormía con su papá y quiere verlo, comentaron.

El miércoles fue a Las Mayas a llevarle a su amigo una ropa que la madre de Olivo le lavó en Ciudad Tiuna, porque en Las Mayas no había agua, y cuando regresaba lo interceptó la comisión policial.

El amigo llamó a la familia porque Olivo no llegaba a devolverle la moto, y comenzó la búsqueda. En El Valle les indicaron que debían dirigirse a la sede del Cicpc en la avenida Urdaneta y allí se enteraron que había muerto.

No entiendo como fue ese enfrentamiento, si salió de su casa sin arma alguna, además lo golpearon en la cara, dijo el pariente.

Los gastos de entierro ascienden a 60 millones de bolívares que la familia no tiene. Por eso la cuñada vendió su celular, un hermano vendió el aire acondicionado, hicieron una colecta y desde Perú les transfirieron dinero.




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