Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
No hay otra salida. Al menos eso es lo que parece. FCA-Chrysler estaría dando sus últimos pasos, de forma certera, para retirarse del país con el inventario repentino en la planta, la renuncia de personal de la nómina mayor y la petición de los concesionarios del reintegro de los dólares invertidos para el ensamblaje de unas cuantas unidades este año.
Se trata de las mismas medidas que ejecutó General Motors Venezolana a finales del último trimestre de 2017, cuando decidió cesar operaciones desde la planta ubicada en Valencia. «Ya se concluyeron los inventarios de bienes de capital y material para la producción y se iniciará desde el 7 de marzo el conteo de la disponibilidad del almacén no productivo. Eso es ilógico porque todos los inventarios se hacen al cierre del año y no en estos meses. Esto significa que está lista la puesta en escena para lo será un dramático final”.
Cerca de 700 trabajadores que aún dependen de nueve mil bolívares diarios que corresponden a su salario, quedarán sin ese ingreso. Christian Pereira, secretario general del sindicato, explicó que de esta manera se cerrará una de las empresas más importantes de Carabobo y del país, al ensamblar 60 vehículos diarios y 14 mil año hasta 2007.
Después de ese momento comenzó la debacle derivada de un control cambiario que hizo insostenible el negocio. “En 2017 apenas se hicieron 150 carros, que en condiciones naturales hacemos en menos de tres días”.