Félix Hernández una vez más fue el centro de atención de los Marineros, en la primera práctica del equipo el jueves, en Peoria, Arizona, su sede primaveral.
El derecho viene de una modesta temporada, acortada por las lesiones y, por primera vez, los medios de Seattle ponen en duda que vuelve a ser el lanzador del Día Inaugural, un honor que ha recaído sobre sus hombros desde 2009.
Pero el carabobeño, de 31 años de edad, no se detiene a pensar en ese tema. Prioriza algo mucho más importante.
“Quiero mantenerme sano. Si me mantengo sano, puedo hacer buenas cosas. Es lo único que deseo”, señaló Hernández a la agencia AP.
Luego de ir un par de veces a la lista de incapacitados, debido a molestias en el hombro, el Rey Félix terminó con balance de 6-5 y 4.36 de efectividad en 86.2 innings, repartidos en 16 aperturas, la menor cantidad en su carrera desde su temporada de novato, en 2005, cuando apenas contaba 19 años de edad.
“No creo que necesite hacer ningún ajuste. Sólo me voy a apoyar en los puntos fuertes”, destacó. “Todo es cuestión de lanzar. Si podemos lanzar, vamos a ganar juegos”.
Ahora, el rol de número uno en la rotación podría ir a parar a manos del zurdo James Paxton, el mejor abridor de los Marineros en 2017 (12-5, 2.98 EFE).
“No tengo nada que demostrar. Yo hago lo mío. No tengo que probar nada más”, afirmó Hernández.
Prensa LVBP
