Fiat Chrysler fue acusada este jueves por las autoridades norteamericanas de haber manipulado los motores de 104 mil de sus vehículos diésel en Estados Unidos para minimizar el nivel real de las emisiones contaminantes, utilizando un sistema similar al de Volkswagen.
Presuntamente, el grupo italo-estadounidense instaló en sus modelos Jeep Cherokee y sus camionetas Dodge Ram 500, fabricadas entre 2014 y 2016, programas que burlan los resultados de los controles anticontaminación para hacerlos pasar por más «verdes», aseguró la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA).
«El hecho de disimular un programa que afecta a las emisiones en un motor constituye una grave violación de la ley que puede traducirse en un daño nefasto al aire que respiramos», comentó Cynthia Giles, una de las funcionarias de la EPA, en un comunicado.
Según la agencia, los vehículos involucrados han expulsado mucho óxido de nitrógeno (NoX), un gas al que se le atribuyen múltiples afecciones respiratorias. Pero Fiat Chrysler negó en un comunicado haber instalado programas manipuladores en sus vehículos
Para salir del escándalo del ‘dieselgate’, la empresa alemana, Volkswagen, admitió el miércoles su culpabilidad en el fraude en EEUU y deberá desembolsar cerca de 22 mil millones de dólares en multas e indemnizaciones.
En Wall Street, el título de Fiat Chrysler fue suspendido después de que cayera más del 16% tras los primeros rumores. En la Bolsa de Milán, la acción se desplomó y cerró con una caída del 16,14%.