El sector empresarial venezolano requiere con urgencia la reactivación del financiamiento bancario, listo como está para sumarse a la recuperación de nuestra economía, pero falto de los recursos necesarios para cubrir su capital de trabajo operativo. Entendemos las limitantes que confronta el Estado para liberar el encaje legal, ya que un torrente importante de recursos que están allí represados iría a perseguir vía consumo los mismos bienes y servicios existentes actualmente, lo que de inmediato generaría más inflación y depreciación de la moneda.

Ahora bien, proponemos como solución alternativa la liberación paulatina y controlada del encaje legal, marcando y destinando los fondos a una gaveta bancaria que financie la construcción de inmuebles tanto residenciales como comerciales. Una vez concluidas las obras, los préstamos al constructor continúan a la disposición de quienes adquieran dichos inmuebles por la vía de créditos hipotecarios, de forma tal que fluyan los muy necesitados fondos que están hoy atrapados en el encaje legal a la vez que se reactiva el sector que más genera y dinamiza el empleo nacional.

La construcción absorbe mucha mano de obra directa, generando fuentes de trabajo a sectores de la población con habilidades medias y bajas, así como también genera considerables oportunidades de trabajo indirecto al emplear cuantiosos recursos de los sectores manufacturero y comercial que ofrecen los insumos que requiere la construcción. Esto abarca todo lo que son las materias primas como los agregados, cemento, cabillas, madera, bienes intermedios y finales como cableado eléctrico, tuberías, cerámica y piezas sanitarias, revestimientos e impermeabilizantes, iluminación y mobiliario, transporte y muchos otros similares que han de ser incorporados en las obras; que vendrán a reactivar una parte significativa y muy necesitada de nuestros productores de bienes y servicios.

El financiamiento que el constructor recibe lo traspasaría de inmediato aguas arriba hacia sus proveedores para la compra de materiales, aportando así la liquidez necesaria para cubrir las necesidades de capital de trabajo del productor. De esta forma se genera un elemento dinamizador de una buena parte del parque industrial venezolano, creando nuevas y oportunas fuentes de empleo en el sector real de la economía y con ello una mayor capacidad de consumo en la población. Adicionalmente, la compra de insumos en bolívares generaría un importante incremento en la recaudación tributaria por la vía del IVA, lo cual mejora de inmediato el balance impositivo y eventualmente permitiría desmontar el IGTF, un tributo diseñado globalmente como paliativo temporal de crisis fiscales, pero no como un impuesto permanente.

Esta solución toma tiempo en ejecutarse, a medida que los proyectos sean elaborados, presentados y aprobados por las autoridades municipales y por la banca, lo que conlleva un desembolso gradual de los recursos que permitirá que la economía absorba los fondos así liberados con un menor impacto inflacionario y menos depreciación de la moneda, a la vez que se apuntala el aporte privado al crecimiento del PIB.

guillermomendozad@gmdconsultor.com




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