Desde el pasado sábado, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) ha realizado fiscalizaciones en diferentes sectores de la nación, para obligar a los negocios a bajar sus precios. Esta medida puede llevar a la quiebras a la gran mayoría de los negocios del país.
La jornada estuvo liderada por el superintendente William Contreras quien realizó una caminata por el boulevard de Sabana Grande en el que muchos de los comerciantes expresaron su desagrado ante la conducta violenta del funcionario.
“¿Qué están esperando ustedes para bajar los precios aquí? Mira, mi amor vamos a bajar los precios aquí. Atiende a la gente y ustedes me bajan los precios inmediatamente. No se pongan a sacar cuenta, es bajar los precios, bajar los precios, bajarlos. No pidan facturas porque nos van a caer a coba. Es bajar los precios”, dijo Contreras a una comerciante de calzados en Sabana Grande.
El vicepresidente de Consecomercio, Alfonso Riera, durante una entrevista con César Miguel Rondón, explicó que dicha medida no era más que una distorsión en la que se irrespetaba el estado de derecho.
Riera reveló que en este proceso denominado el «nuevo Dakazo» han ocurrido maltratos y humillaciones por parte de los funcionarios, quienes han acusado de usura y especulación a los comerciantes, sin darles derecho a defenderse o a mostrar pruebas que digan lo contrario.
En el 2013 ocurrió el primer «Dakazo» semanas antes de las elecciones municipales de ese año en las que salió victorioso el partido del gobierno y que culmino con muchos negocios cerrados pues la abrupta baja de precios generó grandes perdidas al sector comercio, afectando en gran medida a la pequeña y mediana empresa.
