Francia va a luchar "en cada etapa" del proceso para la aplicación del acuerdo UE-Mercosur, advirtió la ministra de Comercio Exterior en funciones, Sophie Primas, quien puntualizó que el anuncio del pacto en Montevideo no supone su firma.
"La lucha no ha terminado", subrayó en un mensaje en su cuenta de X la ministra en funciones del país que ha rechazado de forma más tajante este acuerdo de libre comercio por el impacto que teme que tendría para su sector agrícola.
"Lo que ocurre en Montevideo no es una firma del acuerdo, sino simplemente la conclusión política de la negociación", precisó Primas, antes de añadir que lo que se ha hecho en la cumbre de Mercosur "no compromete a los Estados miembros" de la UE.
Nota relacionada: El Mercosur y la Unión Europea cierran al fin el Acuerdo de Libre Comercio
La responsable francesa indicó que ahora tienen que pronunciarse el Consejo Europeo y luego el Parlamento Europeo.
"Francia luchará en cada etapa junto a los Estados miembros que comparten su visión", concluyó.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que este viernes estaba en Montevideo para sellar el cierre del acuerdo con Mercosur, dijo que "es un día histórico" y que se está "fortaleciendo" la alianza entre los dos bloques y enviando "un mensaje claro y poderoso al mundo".
Francia avisa que luchará "en cada etapa"
Cuando el jueves se supo que Von der Leyen estaba en la capital uruguaya, el presidente francés, Emmanuel Macron, recordó la posición de su país, que considera el acuerdo "inaceptable en el estado actual" y previno: "seguiremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola".
Francia se queja de que ese acuerdo permitirá la entrada en la UË de productos que no cumplen las normas sanitarias o medioambientales europeas y eso supone una competencia desleal que va a perjudicar gravemente a sus agricultores y ganaderos. También reprocha que el acuerdo no ha integrado el Acuerdo de París sobre el clima.
La Comisión Europea ha querido sacar adelante el acuerdo en las últimas semanas, de la mano de una mayoría de países de la UE, y en particular de Alemania y España, en un momento de gran debilidad política de Macron ante la crisis política que vive Francia, con la caída del Gobierno del primer ministro, Michel Barnier, el miércoles por una moción de censura apoyada por la izquierda y la extrema derecha.
Esa crisis ha debilitado a Macron no sólo en el interior de Francia, donde cada vez más voces piden su dimisión, sino también entre sus colegas del Consejo Europeo.
Todos los partidos políticos franceses están en contra del acuerdo UE-Mercosur, como lo dejaron claro en las votaciones que se organizaron la semana pasada en la Asamblea Nacional y el Senado.
Además, el sector agrícola está igualmente en contra de forma aplastante y, de hecho, esa oposición ha sido la primera razón de las protestas de agricultores que están teniendo lugar desde hace varias semanas por toda Francia.
Unas protestas que, según la FNSEA-JA, el principal sindicato agrícola, van a endurecerse en respuesta al paso dado por Von der Leyen en Montevideo.