Una empresa francesa ha creado una máscara homologada contra el COVID-19 hecha de cáñamo y que se puede compostar.
«Por sus características, el cáñamo tiene propiedades que hacen que no sea necesario añadir otros productos, ni pegamento ni aglutinante. Sus características hacen que la filtración y la respirabilidad se hagan sin ningún producto añadido», explica a la AFP Stephanie Gauvenet, directora de la fábrica Géochanvre, en Lézinnes, en el centro de Francia.
La empresa, especializada en el desarrollo sostenible y el fieltro vegetal, lleva meses pensando en desarrollar una máscara en cáñamo, una planta cuyas flores dan el cannabis pero cuyas fibras resultan muy utilizadas en el sector textil y los fieltros.
Eficacia de 89%
Validada por la Dirección General del Ejército, que indica una eficacia de filtración del 89%, hasta la fecha se han vendido 1,4 millones ejemplares, a partir de 0,65 euros (0,77 dólares) la unidad.
«Fabricamos 5 mil (unidades) por día», indica Gérald Bayette, director comercial de Géochanvre, añadiendo que hacen la única máscara actualmente que se puede compostar en Francia y en Europa, y que tienen clientes en Bélgica, Suiza e Italia.
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