Ya ellos conocen la dinámica. En las comunidades del sur de Valencia las fallas con el suministro del gas son cada vez más evidente. Los encargados de las Unidades de Batalla Hugo Chávez (UBCH) recogen el dinero casa por casa y, seis meses después, llegan los cilindros llenos.
Es una realidad que se traduce en un drama que las familias intentan resolver de acuerdo a sus posibilidades.
La última vez que David Garizabar recibió su bombona fue en enero. Ese mismo día pago un millón 200 mil bolívares correspondientes al próximo cilindro que, se estima, llegue a en julio, «porque ya sabemos que solo dos veces al año vienen para acá«.
Él vive en la comunidad El Impacto, y ahí la mayoría se las ingenia para poder cocinar. En su caso, hizo una hornilla eléctrica con un bloque de ladrillo que ha resultado ser todo un problema económico.
«El caracol se daña cada semana y cuesta cinco dólares. Así que toca gastar 20 dólares al mes para poder solucionar«. La leña es una opción a la que recurre pocas veces por la salud de sus cuatro hijos menores de edad.
Esa bombona que le llegó en enero le duró solo un mes. Y no porque cocinen mucho. «Es que vienen prácticamente vacías«.
Hambre y pobreza
David tiene 63 años y los últimos tres ha estado desempleado porque la agencia de festejos para la que trabajó como mesonero por 24 años cerró por la crisis económica.
Al estar su esposa dedicada a tiempo completo a la atención de sus cuatro hijos menores de edad, a él le toca conseguir el dinero necesario para comer.
Pero no es fácil. “Recibí ayer un bono de siete millones 40 mil bolívares que se me fueron en un pedazo de queso, 400 gramos de leche y 250 gramos de margarina”, expresó con una gran tristeza marcada en sus palabras.
Su hija mayor es quien lo ayuda a sobrevivir. “Ella me da algo de lo que su esposo le da para completar y que todos en casa podamos comer al menos una vez al día”. Y si logra hacer cualquier trabajo doméstico en la zona resuelve con el pago que le hacen con algunos productos de alimentos.
Para él, no hay autoridades que solucionen todo este drama que se repite en los hogares del sur de Valencia. “El gobernador se ha olvidado de nosotros, la zona sur como que no existe para Lacava. A este gobierno hay que cambiarlo lo más pronto posible”.