Los propietarios de las estaciones de servicio de Caracas acordaron no atender los domingos para compensar el incremento de los costos laborales, de acuerdo con representantes de los concesionarios.
“Los costos laborales aumentaron no solo por los incrementos salariales y del bono de alimentación decretados por el gobierno, sino por las dificultades del personal para trasladarse desde sus casas al lugar de trabajo, debido a la falta de transporte colectivo”, señaló el encargado de una bomba en el oste de Caracas, según un trabajo de un diario nacional.
Mientras también evalúan aplicar la medida de un día adicional en la semana si no se resuelven pronto los problemas; muchas gasolineras también permanecen cerradas en la noche, por la inseguridad, refirió otro propietario.
Los concesionarios destacaron que las ventas de gasolina y diesel han bajado porque hay menos vehículos que van a llenar el tanque. “Las camionetas y autobuses casi no vienen. Hace un par de meses compraba una gandola diaria de combustible, ahora lo hago cada dos días”. Una cisterna de combustible contiene entre 30 mil y 35 mil litros.
“Con esta reducción del consumo, por supuesto que las largas colas se acabaron”, dijo el dueño de una gasolinera. Sobre la adaptación de los registros contables y surtidores a la reconversión monetaria del bolívar fuerte al bolívar soberano que regirá a partir del 4 de agosto, responden que no «todavía no han recibido información».
Esta situación se aprecia en casi todas las estaciones de Venezuela, alertaron fuentes sindicales del sector petrolero, cuyas identidades se protegen.
“En oriente la gente no saca su vehículo a la calle porque no puede comprar el lubricante, el caucho o el repuesto”, afirmó uno de los trabajadores.
“En las casas los carros permanecen estacionados durante meses y los talleres mecánicos están abarrotados a la espera de que sus dueños puedan pagar el monto del arreglo”, señaló otro sindicalista.
El consumo del mercado interno de derivados de hidrocarburos ha descendido de manera importante en 2018 debido a la poca circulación de vehículos, asunto sobre el cual Pdvsa no da la información correspondiente como ocurre con el resto de las cifras oficiales.
Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, explicó que la demanda de combustibles automotores desciende por la fuerte recesión económica y esos volúmenes están en 100 mil y 40 mil barriles al día de gasolina y diesel.
Una caída muy fuerte si se compara con las últimas cifras difundidas por Petróleos de Venezuela y reflejadas en su Informe Anual de 2015, cuando el mercado interno consumió 260 mil y 210 mil barriles diarios de gasolina y diesel.
Añadió que para Pdvsa la reducción de la demanda interna representa un ahorro de divisas: El año pasado debió importar a precio internacional entre 100 mil y 150 mil barriles diarios de gasolina por las malas condiciones de las refinerías nacionales.
Solo opera la planta catalítica de la refinería Amuay, en el estado Falcón, con una producción de gasolina no terminada de 60 mil barriles por día, refirió. La catalítica de Cardón (Falcón) está paralizada igual que las refinerías de Puerto La Cruz y El Palito en Anzoátegui y Carabobo.
“Pdvsa y el gobierno ahorran divisas cuando reducen la importación de combustibles a costa de la calidad de vida de los venezolanos”, expresó Freites. La circulación de vehículos particulares se ha reducido 50% y las centrales de conductores de transporte de pasajeros reportan una paralización de 90% de sus unidades por la falta de repuestos, cauchos o lubricantes.
