Tres tiros recibieron Abelardo Negrín Flores, paciente psiquiátrico, de 46 años de edad, al ser atacado por un matón de barrio que le disparó delante de su madre, en el barrio El Campito, de Petare, municipio Sucre.
Negrín Flores era esquizofrénico y últimamente estaba muy descompensado por la falta de los medicamentos (risperidona, acido valproico, sinorgan, clonazepam), que no se conseguían ó debido a los precios no podían comprarlos.
Estaba ansioso, quería fumarse un cigarrillo, su madre quiso ir a comprárselo pero el insistió en salir solo, a las 5:30 de la madrugada del domingo, con 500 bolívares.
Simona Flores, enfermera jubilada, estaba preparando el desayuno para dejárselo listo a Abelardo e irse a misa, cuando escuchó una detonación, y salió corriendo a la calle pensando en su hijo. A esa hora bajaba un grupo de hombres y mujeres, drogados ó ebrios, provenientes de una fiesta. Y lo vio venir, ensangrentado, mientras un conocido matón de barrio corría tras el y le dio alcance.
Ella corrió también, abrazó a su hijo, intentando emprender juntos la huida, pero el hombre la apuntó en la cabeza y Abelardo le gritó:” No vayas a matar a mi pure”. El hombre giró el arma y disparó contra Abelardo.
El discapacitado huyó, mal herido, hacia su casa, se desvistió, se acostó en un mueble de la sala, luego en su cama y se resistía a salir al hospital, debido a la crisis que tenía, hasta que lo sometieron y llevaron al hospital Domingo Luciani de El Llanito. Allí no había insumos para atenderlo, y cuando preparaban el traslado al hospital Pérez de León, falleció.
Abelardo presentaba esa condición psiquiátrica desde la adolescencia, estuvo recluido en varios centros, y finalmente su madre quedó a su cargo, pero tenía tiempo sin poder conseguir el tratamiento.
El azote de barrio que lo mató ya había herido de un cachazo en la cabeza a otro vecino en la parte alta. Se le conoce como “el black” y tiroteo en la cara a su propia hermana hace tiempo.
A Simona le quedan tres de los ocho hijos que tuvo. Tres murieron por causas naturales y hace más de 15 años mataron a Javier, quien tenía 32 años, al resistirse al robo de su carro en Petare.
