Gerencia Acción: Liderazgo para la paz

Noche de paz, noche de amor... Villancico navideño.

La Navidad es un tiempo de paz, amor, unión y felicidad, donde se recibe el afecto de muchas personas y se produce el encuentro con los que están lejos. Es un tiempo para compartir, estar en familia, en compañía de los seres queridos. Se aviva en los corazones la paz y la alegría. Se renuevan ilusiones y esperanzas. Es una época donde la magia de la Navidad comienza en el “Yo Interior” de las personas y se extiende a todos los rincones.

Diciembre es una de las celebraciones más esperadas de todo el año. Es un tiempo para la convivencia familiar y para estrechar los vínculos de amistad. Estar cerca, de corazón o físicamente, de las personas que se quieren. Un momento del año para expresar afecto y dar espacio a los buenos sentimientos.

Agradecer por las buenas acciones recibidas, el afecto, la salud, la compañía y el trabajo. Un momento para la reconciliación, dar con generosidad y hacer el bien. Un tiempo para el perdón y sanar las heridas que generan resentimiento, temor y desilusión.

La navidad es un acto simbólico por esta razón hacer el pesebre, poner las luces, armar el árbol, rezar las novenas, cantar villancicos o la cena familiar del 24, tienen un significado especial.

Celebrar el nacimiento de Jesús, es un momento para homenajear la vida y todas sus expresiones, a través de todos estos rituales de amor y fe. Pero también es un espacio para la reflexión, mirar al interior de sí mismos y redescubrir el significado que estas fiestas tienen para cada uno.

Un tiempo para tener ilusión y esperanza y adoptar la decisión de vivir en armonía. Para el gozo, las sonrisas y la alegría, pero también para la nostalgia y evocación de los buenos momentos compartidos, pues también estos hacen parte de la vida. Si tienes tristeza, alégrate, porque la Navidad es gozo. Si tienes enemigos, reconcíliate, porque la Navidad es paz. Si tienes amigos, búscalos, porque la Navidad es encuentro. Si tienes soberbia, sepúltala, porque la Navidad es humildad. Si tienes personas con carencias a tu lado, ayúdalos, porque la Navidad es don. Si tienes compromiso, cúmplelos, porque la Navidad es justicia. Si tienes errores, reflexiona, porque la Navidad es rectificación. Si tienes odio, olvídalo, porque la Navidad es Amor. Si tienes tinieblas, enciende tu faro, porque la Navidad es luz.

La Navidad es una fecha inolvidable y diferente, es el tiempo del saludo afectuoso, del acercamiento, porque la Navidad es equivalente al amor, paz, entrega, justicia, libertad y perdón. Son las enseñanzas que nos dejó Jesús de Nazaret, nuestro Redentor, quien ofrendó su vida para redimirnos del pecado y la destrucción; por esta razón de acuerdo con el calendario histórico cristiano, se celebra con júbilo cada 25 de diciembre su natalicio acaecido en la ciudad de Belén, en las condiciones más humildes. Por ser este suceso de carácter anímico, no se lo debe confundir con factores comerciales y paganos.

Las cosas han cambiado mucho. No se debe permitir volverse insensible, no se debe perder el encanto de ser sorpresivos con los familiares y amigos; el mes de diciembre es una época que irradia algarabía, se intensifican las comunicaciones con los familiares a nivel nacional e internacional, quienes anuncian su visita -aunque sea virtual- para compartir las festividades de Navidad y Año Nuevo.

Para lograr establecer los componentes de estos contextos navideños, se requiere implementar un “Liderazgo para la paz”. El cual debe tener como objetivo promover iniciativas de formación para la paz, en escenarios de transformaciones no violentas de los conflictos, creando una red en materia de cultura de paz, cooperación, integración multiétnica, promoción de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario y la solidaridad entre los pueblos.

De acuerdo con Building Future Leadership las competencias más importante que debe desarrollar un líder para la paz son las siguientes: deseo de cambio; compromiso; iniciativa; perder el miedo; comprender su entorno; ego y modestia; ser optimista; esfuerzo; creatividad y objetivos muy claros.

Implementar un exitoso liderazgo para la paz, comienza en el propio hogar y los padres y madres deben empeñarse en poner en practica los siguientes tres “tips” para transmitir valores a los más pequeños del hogar en esta fecha festiva.:

1. Cuentos. Se sabe que los pequeños aman las historias, entonces por qué no crear una. Elige un valor y desarrolla una historia atractiva que además de provocar sonrisas deje un mensaje constructivo.
2. Juegos didácticos. Educarlos mientras se divierten es una fórmula bastante efectiva. Reúne a la familia y planea un juego donde el tema principal sean los valores, por ejemplo, adivinanzas.
3. Tú como padre o madre eres la clave. No existe mejor manera de explicar conceptos a los niños que con el ejemplo, una acción ayudará a que asimilen las nuevas referencias de forma más certera.

En esta época decembrina se puede generar cierto estrés adicional al que cotidianamente se consigue razón por la cual pueden ganar valor las buenas prácticas de liderazgo. Se puede ver un ejemplo si se imagina a Santa Claus, trabajando con su equipo, supervisando los estándares de calidad, impulsando a los duendes a trabajar mejor y alentando a los renos para cumplir con los objetivos propuestos…

A continuación 8 “tips” de liderazgo basados en la cultura navideña y que pudiera dar Santa para influir efectivamente sobre nuestro equipo:

1. PREDICA EL DESINTERÉS. Los líderes siempre deben poner a los miembros de su equipo por delante de sus propios intereses. Creen en el concepto de equipo y saben que sacrificar los intereses personales para satisfacer las necesidades del equipo generara la misma respuesta por parte de los otros miembros.

2. INVOCA LA RECIPROCIDAD. Esta es una regla de oro, trata a los demás como te gustaría ser tratado.

3. INSPIRA A TUS COLEGAS. Un líder encuentra el tiempo para inspirar a sus colegas cuando llegan a los mínimos y los empuja a nuevas alturas cuando lo están haciendo bien.

4. RECONOCE LO IMPORTANTE DE TU EQUIPO. Es inteligente de tu parte, y así serás visto, al reconocer ante tu gente lo valioso e importante que es su trabajo para la organización.

5. LIDERA CON EL “POR QUÉ”. Busca el significado y haz la conexión entre el trabajo que haces y el por qué afecta a tanta gente.

6. IMPULSANDO A TODOS. Aprende cómo ganarte y entender a tu gente, y a saber que los motiva y que no.

7. ENFOCATE EN LOS RESULTADOS. Es importante tener bien claro los objetivos de tu organización y mucho más lo es hacer llegar este mensaje a tus colegas de manera fácil y entendible.

8. INFORMAR Y EDUCAR. Los líderes informan y educan a la gente que está a su alrededor permitiendo a sus colegas acceder a la información más relevante que beneficiará la organización.

Finalmente es detener por un instante la velocidad cotidiana y darse la oportunidad de “recordar” que es posible un Mundo Diferente con actitudes acordes y generarse el compromiso de ahí y mas. Din Din Don…un Mundo Mejor !!!!!!!!!!!!

El equipo humano de Gerencia en Acción desarrolló estas ideas y conceptos para que l@s lector@s, especialmente a padres y madres y l@s que ocupan posición de lideranza reflexionen sobre el contenido expresado en los párrafos anteriores y tengan en este tiempo de reconversión personal mucha felicidad, paz y tranquilidad

Chichí Páez
[email protected]
@genaccion

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Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente la posición de El Carabobeño sobre el tema en cuestión.

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Chichí Páez
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