El último año de Gioskar Amaya no ha sido fácil en lo deportivo. Una delicada lesión en su rodilla derecha lo alejó de los terrenos durante toda la temporada en Estados Unidos con la organización de Cachorros de Chicago, por lo que su desarrollo en el béisbol sufrió un momentáneo traspié. Sin embargo, estos meses culminantes traen consigo un bálsamo para el utility luego del período negativo: cumplir su sueño de niño al jugar con Navegantes del Magallanes.
Alineado como noveno en el orden y bateador designado, Amaya debutó con los turcos el martes en Valencia frente a Tiburones de La Guaira, con una destacada actuación al irse de 4-2 con par de anotadas para ser uno de los pocos aspectos positivos en la derrota 12-6 del conjunto eléctrico.
“Estar con Magallanes es un sueño que tengo de pequeño, el cual ahora se hizo realidad no solo para mí sino para toda mi familia” dijo el pelotero de 24 años criado en Bejuma, quien llegó a la divisa filibustera la campaña pasada junto a Rayder Ascanio, Edgar Ibarra y Luis Madero en el resonado cambio que llevó a Jean Machí a Tigres de Aragua.
Amaya fue una de las incorporaciones al roster magallanero para la cuarta semana de acción en la LVBP e hizo enfásis en el buen estado físico con el que se siente luego de una larga y ardua recuperación. “Estoy al 100 por ciento, el problema de la rodilla quedó finiquitado. Hasta ahora Chicago no me ha puesto ninguna limitación, ellos quieren que juegue todos los días” aseguró.
Por el momento, el plan del manager Omar Malavé es aprovechar al máximo la versatilidad del infielder, quien es capaz de defender la receptoría y cualquier posición en el cuadro interior. “Hemos hablado acerca de esa posibilidad, en este equipo hay mucho talento y el manager me necesita disponible para jugar donde sea, así que me puse a la orden para que así suceda” finalizó el antiguo bengalí.
