El Gobierno argentino oficializó hoy un aumento del 5,71 % de las pensiones, el primero de los cuatro previstos para este año tras la polémica reforma aprobada en diciembre pese al fuerte rechazo social y los disturbios ocurridos ante las puertas del Congreso.
A través de una resolución publicada en el Boletín Oficial con la firma del secretario de Seguridad Social, Juan Carlos Paulucci, se estableció la subida, que se aplicará a partir de marzo.
Se trata de la primera vez que se aplica la llamada ley de reforma previsional desde su aprobación en diciembre y, por ende, que se utiliza la nueva fórmula, con la que las jubilaciones se calculan en un 70 % con base en la inflación y un 30 % según el nivel de variación salarial.
Hasta ahora, la metodología había sido de un 50 % en función de la evolución de los salarios y otro 50 % en base a la recaudación de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) y las pensiones se actualizaban cada seis meses, mientras que el nuevo sistema plantea que, a partir del próximo mes, se haga cada tres.
La norma afecta también a las personas que cobran pensiones no contributivas y a las que reciben asignaciones familiares, entre otras, y fue aprobada pese a las fuertes críticas de la oposición y los enfrentamientos entre policía y grupos de manifestantes ante la sede del Parlamento que dejaron más de un centenar de heridos y casi 70 detenidos.
El pasado enero, el Gobierno anunció que ajustará al alza el pago mensual de la pensión a unos 1,3 millones de jubilados, es decir, aquellos que se retiraron con al menos 30 años de aportes a la seguridad social.
El reajuste garantizará a estos jubilados que sus pensiones alcancen una suma equivalente al 82 % del salario mínimo vigente, algo que desde hace años exige la ley pero que no se cumplía y que, de hecho, derivó en miles de juicios al Estado.
El salario mínimo en Argentina es de nueve 500 pesos (475 dólares) y, cada vez que se incremente, se reajustarán también las jubilaciones.
