Son muchos los que se sienten excluidos de las jornadas de vacunación contra la COVID-19. Los médicos veterinarios están en ese grupo y ellos exigen ser tomados en cuenta porque son garantes de la seguridad alimentaria en el país.
Todos los platos que se sirven en las mesas de los venezolanos pasan por la inspección de un profesional del área, porque son ellos quienes certifican que los productos son aptos para la salud pública.
No han dejado de trabajar durante la pandemia, y por eso piden que sean considerados como personal prioritario. “Incluso, todo lo que vestimos, en algún momento de la cadena tuvo que ser supervisado por un veterinario. Pocos conocen la importancia de nuestro rol, que no paramos nunca, y por eso necesitamos ser vacunados”, expresó Betzimar Cárdenas, médico del sector.
A todo esto se suma que en las consultas, más allá de atender a animales, se relacionan con las personas que los llevan y se exponen al riesgo de contagio de COVID-19.
Sin jornadas para veterinarios
Ninguna jornada de vacunación se ha organizado para los veterinarios en Carabobo. Mostrar sus credenciales y que pertenecen al sector salud no les ha funcionado en los pocos puntos instalados en la entidad para los operativos.
Solo un grupo minoritario logró vacunarse en una jornada realizada en Maracay por el Ministerio de salud, “y como somos parte de ese sistema, algunos pudieron vacunarse, pero no es el grueso, no todos pueden ir a Maracay”.
Desde los gremios de la salud siguen exigiendo que todos sean vacunados como prioridad. Actualmente, la mayoría de quienes trabajan en el sector público ya tiene las dos dosis, pero los que laboran en clínicas e instituciones privadas, además de los que prestan servicio a domicilio, siguen expuestos a las consecuencias de la COVID-19.
