El objetivo que esconde el Congreso Central Bolivariano, celebrado el pasado 20 de febrero en Caracas, es la permanencia del Gobierno más allá de unas eventuales presidenciales en 2018, apoyado en el control social mediante los CLAP y el Carnet de la Patria, y una campaña a través de las redes sociales, como la aplicó Donal Trump para llegar a la Casa Blanca, aseguró Hernán Lugo Galicia, secretario general adjunto del CNP Caracas.
En el encuentro el presidente Nicolás Maduro dictó nuevos lineamientos a la cúpula mayor del PSUV, luego de deliberar en seis mesas de trabajo. En el Comando Central Bolivariano que reúne además de 120 dirigentes de todo el país, se estableció mejorar las condiciones del Gobierno para tratar de mantenerse en el poder más allá de 2018 en las elecciones nacionales.
El debate se centró en lograr el control social a través de los CLAP, ya que ellos estiman que para el próximo 6 de marzo 6 millones de venezolanos estarían siendo beneficiados, reveló Hernán Lugo Galicia en entrevista concedida en el programa Primera Voz, transmitido por El Carabobeño Radio.
Aunque lo que llamó la atención fue lo que dijo Eduardo Piñate, secretario de la presidencia del PSUV y mano derecha de Nicolás Maduro, cuando señaló que los jefes de los CLAP, no solamente van a distribuir las bolsas, sino que tienen que buscar adoctrinar a otros militantes para defender la revolución.
En esa reunión celebrada en el parque El Calvario en Caracas, se reveló que el asesoramiento es recibido desde el exterior. Supuestamente un norteamericano les guiará sobre el uso de las redes sociales como herramienta electoral.
Maduro allí reveló que contrató un asesor para el manejo del “Big Data” o revolución digital, que consiste en la elaboración de mensajes segmentados mediante las redes sociales, como lo hizo Donald Trump para ganar las presidenciales en Estados Unidos.
En cuanto a la clase media, se va a dirigir otro tipo de estrategia digital, y a partir de allí se va a generar mensajes segmentados con fines electorales, repitiendo el mismo esquema que se usó con Hugo Chávez cuando ganó el revocatorio, haciendo creer a la gente que todo está bien para mantenerse en el poder.
